Revista Historia
No te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí, no duermo ahí. Soy como Mil vientos soplando, soy como un diamante en la nieve brillando, soy la luz del sol sobre el grano dorado, soy la lluvia gentil del otoño esperando cuando despiertas en la tranquila mañana, soy la bandada de pájaros que trinan, soy las estrellas que titilan mientras cae la noche en tu ventana. Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí.... Yo no he muerto.