Me gusta que tus costumbres sean mías.
Me enamoré de ti sin darme cuenta. Nos conocimos de repente, sin preverlo, apareciendo en nuestras vidas sin buscarlo, sin planificarlo y como una de esas casualidades que te hacen ver que las personas aparecen cuando deben aparecer y para quien deben aparecer. No nos buscamos y nos encontramos. Tres años hace ya de eso...