Como casi siempre, el Sr. Montoro acierta plenamente en su agudo análisis de la realidad política con su ironía y humor amables. Una comunidad administrada desde haced décadas por un socialismo decadente, con la mayor tasa de paro de España y una de las más elevadas de la Unión Europea, con escándalos que suponen miles de millones de euros, subvencionada hasta la saciedad, que, en definitiva, vive de milagro y de los impuestos que pagan el resto de españoles, precisa con urgencia una renovación de sus dirigentes. Lo malo es que los populares, también salpicados por la corrupción, sin líder carismático que atraiga a los votantes, están condenados al ostracismo de la oposición. En las próximas elecciones europeas lo comprobaremos de nuevo mientras subirán, a buen seguro, los votantes de izquierda unida, casi seguro hasta la cuota de poder que les permite participar también de la corrupción.