Mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos es el objetivo primordial del Plan de Atención Integrada a Pacientes Crónicos puesto en marcha por la Consejería de Salud de Andalucía. La consejera, María Jesús Montero, ha explicado que se trata de una nueva estrategia que pretende abordar la situación sanitaria y social de las personas con múltiples patologías desde una perspectiva global e integral.
El Plan aglutina todas las estrategias existentes enfocadas en las enfermedades crónicas -cardiopatías, diabetes, VIH…- y unifica la atención a este colectivo implicando a todos los niveles profesionales y disciplinas. En su elaboración han participado profesionales de atención primaria y hospitalaria, entre ellos enfermeras, farmacéuticos, médicos de familia e internistas, quienes han trabajado con el "desafío" de considerar la "cronicidad como concepto más amplio", como "un concepto global que requiere de un tratamiento masivo global". En Andalucía, prácticamente una de cada dos personas de la población adulta tiene una enfermedad crónica, una cifra que, en mayores de 75 años, asciende a nueve de cada diez.
Montero calificó este documento de "herramienta" que contribuye a "alinear los esfuerzos realizados en planes integrales" como los de diabetes, cardiopatías, ictus, oncología, cuidados paliativos, salud mental, dolor, y otros programas como tabaquismo, obesidad infantil, promoción de la actividad física y la alimentación equilibrada, y el de cuidados y atención a cuidadoras.
-Sujetos activos
En este sentido, entre los pilares básicos del Plan está el de favorecer la implantación de los mecanismos adecuados para que pacientes, cuidadores y familia sean sujetos activos en la toma de decisiones sobre su enfermedad, siempre compartidas con los profesionales sanitarios.
Manuel Ollero, director del Plan, ha explicado que el objetivo de la estrategia "no es tratar una enfermedad, sino a un paciente en su entorno social y familiar", para lo que es necesario dar una visión global en la que interviene la Atención Primaria y la hospitalaria, tanto desde una perspectiva médica como enfermera. Así, Ollero ha insistido en que "no se puede dar una visión atomizada de la atención sanitaria sino dar una visión global para tomar decisiones sobre personas".
Paloma Porras, médica de familia participante en el grupo que elaboró el documento, ha destacado por su parte, que la referencia del paciente ha de estar en el equipo de atención primaria (médico-enfermera), cuyas competencias, dijo, hay que ampliar, y a la vez mejorar la colaboración entre niveles (atención primaria-hospitalaria) con la perspectiva de aportar esta visión global e integradora que aporta el Plan.