Andar paso a paso, sin conocer el camino…

Lo verdaderamente importante en esta vida es saber hacia dónde vas! Quizás sea inútil intentar predecir el camino de la felicidad, siempre y cuando entiendas que la felicidad consiste en saber hacia donde vas! Así, paso a paso, uno se encuentra valles y cimas al andar, pero lo importante es estar en el camino, más que llegar! Porque ¿qué harías al final del camino? Seguramente mirar atrás y ver si has sido feliz a cada paso para saber si ha valido la pena andar!

No me arrepiento de los pasos que he debido dar hasta llegar hasta aquí, si es que a algún sitio al fin he llegado! En el camino quizás encontré rocas, valles, ríos, montañas, laderas, mares, llanuras… pero todo eso me trajo hasta aquí! Para descubrir la felicidad, tuve que conocer la infelicidad; para conocer la libertad, tuve que vivir prisionero de mí mismo y de los demás; para conocer la luz, tuve que caminar en la oscuridad; para al fin descubrir el amor, tuve antes que padecer el desamor! Cada paso fue para mí un necesario aprendizaje y así  prepararme para vivir la felicidad, la libertad, la luz y el amor, aunque sea a ratos!

Pero, en el camino uno también aprende que lo importante es andar, aunque en él aparezcan luces y sombras, aunque la felicidad esté hecha de momentos, aunque el amor eterno solo se viva en cada instante compartido… y, en cambio, se sienta siempre dentro! Y también uno aprende que, aunque se desfallezca o se tropiece, hay que volverse a levantar y emprender el camino hacia uno mismo, el amor y la felicidad!

Hoy en mi vida lo que menos importa es lo que dejé atrás en mi camino, ni me importa el paisaje que en ella me vaya encontrando! En cada paso doy con amor todo lo que soy, como si cada uno de ellos fuera el último gran paso de mi vida! Y, siempre que puedo, no guardo nada para después, ni una emoción por sentir, ni un abrazo para dar, ni un gesto de amor por compartir! Cada paso es hoy y ahora, conmigo, ni antes ni después… y en él, siento lo que siento, no hay más!

Antes, en mi vida, andaba por andar, pero sin saber bien hacia donde me dirigía! Cada paso no me llevaba a ninguna parte, aunque después ví que fueron necesarios para, al fin, descubrirme a mí mismo y mi propio camino! Seguramente todo eso me preparó para poder reconocer mi amor y mi felicidad cuando al fin se cruzaran en mi camino! Y así fue como una simple mirada ausente, una sonrisa sincera y un corazón lejano lograron lo que nadie antes había logrado en mi vida: abrir mi corazón… y compartirlo, sin más!

Y hoy, con mi corazón abierto de par en par, ando mi camino ligero de equipaje, siendo tal cual soy y aprendiendo a amar a cada paso que doy hacia mí y mi felicidad! No sé cómo será mi camino restante, aunque sé bien hacia dónde voy! Si la vida osara preguntarme, le respondería claramente cómo sería mi vida plena y dónde está ahora mismo mi amor y mi felicidad! Pero la vida no suele preguntar algo que ella ya sabe de sobra, porque le basta mirar qué hay ahora en mi Alma para saber dónde está hoy mi paz, mi amor verdadero y mi felicidad!

A veces, es verdad, titubeo, tengo miedo y echo de menos no saber por qué camino voy! Por eso, como a todos nos pasa de vez en cuando, necesito señales de que estoy en mi camino correcto! Sé donde quiero llegar, pero hoy no sé cómo y hasta dónde llegaré en mi vida! Hoy en mi vida aún hay tantas cosas por conquistar, que a veces tengo miedo de no lograrlas y entonces miro hacia atrás! Quizás lo único que tengo claro es que lo que he vivido hasta ahora en mi historia no quiero repetirlo haciendo lo mismo, porque nunca me trajo la felicidad!

¿Quizás solo sé lo que no quiero en mi vida y no me importa tanto lo que en ella alcanzaré? ¿Quizás solo sé que conseguiré lo que deseo si no sigo haciendo lo mismo que siempre hice antes en mi vida? ¿Tal vez no debería tener miedo a lo nuevo y desconocido que venga ahora, con tal de no repetir lo viejo que solo me trajo infelicidad? ¿No es acaso el corazón el que me guia a cada paso y la propia vida lo refrenda con sus señales? Y traiga lo que me traiga la vida ¿puedo tener miedo a perder lo que nunca aún he tenido? ¿No es solo lo nuevo que hay hoy en mi vida y siento como pleno, lo que me trae hoy la felicidad?

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