Andorra, el escenario ideal para la desconexión y el bienestar

Valle del Madriu-Perafita-Claror

El Principado cuenta con una amplia variedad de planes para cuidarse en un entorno singular, ya sea mediante actividades en plena naturaleza como en centros wellness o spas del más alto nivel.
Tras la vuelta de las vacaciones, septiembre no suele ser el mes del calendario más bienvenido para muchos. Para sobrellevar de la mejor manera la vuelta a la rutina, Andorra destaca como el lugar perfecto para volver a la normalidad después del verano puesto que prácticamente todo el país es naturaleza. Este hecho unido a los numerosos centros wellness de referencia que existen en el país convierten al Principado en el sitio idóneo para desconectar y reponer energía en un paraje de ensueño.
Yoga en un paisaje reconocido por la UNESCO:
Con más del 90% del territorio formado por pura naturaleza, el País de los Pirineos ofrece un sinfín de rutas de senderismo donde hacer deporte respirando aire puro y disfrutando de unas vistas espectaculares. Entre los itinerarios más notorios está el Valle del Madriu-Perafita-Claror. Sin duda alguna, parar un momento entre montañas para hacer yoga o meditar en un espacio natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (2004) proporciona una experiencia única de bienestar físico y emocional. Además, el valle cuenta con cinco refugios de montaña donde poder terminar una jornada de ejercicio mirando las estrellas.
Los dos pilares del wellness en Andorra:
Inuu (3)La característica forma piramidal de Caldea es una de las imágenes más simbólicas de Andorra y una referencia europea en el mundo del wellness. A 1.100 metros de altitud se alzan las instalaciones del mayor spa del sur de Europa, un espacio donde desconectar con masajes, rituales de belleza y bienestar, tratamientos hidrotermales y de estética y una gama de cosmética biológica propia, Just Bio by Caldea.
Además, INÚU, un espacio anexo a Caldea, ofrece una gama de tratamientos exclusivos y personalizados que lleva el bienestar a los estándares más altos. Desde el minuto en el que uno entra al centro para disfrutar de programas innovadores hasta que sale del centro, INÚU se convierte en un espacio donde uno no tiene más preocupaciones que relajarse.
Entre los tratamientos más destacados está el 02 Relax by Natura Bissé, un tratamiento de última generación que aporta energía a las células y elimina toxinas de los poros, o el masaje geotermal, tratamiento con piedras de basalto calientes y frías para relajar la tensión.
La vuelta al mundo más terapéutica:
Además, Andorra cuenta con una gran variedad de hoteles con spa donde profesionales de primera talla ofrecen tratamientos que fusionan la tradicionalidad con la innovación. Más allá del masaje clásico, estos son algunos de los tratamientos más exóticos del Principado con los que dar la vuelta al mundo a través de los cinco sentidos:
- Tractament (2)Reiki: Esta técnica japonesa de la que cada vez se habla más consiste en conseguir un estado de paz y equilibrio a través de los centros de energía llamados Chakras, una terapia ancestral que puede realizarse en el Spa Termal Roc Blanc.
- Aromaterapia: Combinar el tacto con el olfato es sinónimo de relajación completa. El Spa Hotel Grau Roig ofrece un masaje corporal con aceites esenciales de frutas y flores exóticas para olvidarse de todo y centrarse en uno mismo.
- Además, despertarse en la magnífica Polinesia parece posible a través del ‘Sueño Balinés’ que ofrece el mismo Spa, un tratamiento que hace uso de aguas florales, aceites de coco y caña de azúcar con frutas.
- Bañar la piel de vino es el concepto que sustenta las `Delicias de uva´, un masaje del Spa Abba Xalet Suites Hotel que combina un masaje a base de perfume de uva con un baño de hidromasaje en esencias de vino. Una terapia con efectos antioxidantes y antiinflamatorios, así como un positivo impacto en la circulación sanguínea.
A la extensa oferta de relax de Andorra se suman multitud de planes para explotar al máximo el Principado durante todas las épocas del año. Así, durante la primavera y el otoño es posible complementar los planes de descanso con excursiones, deleitarse con catas de vino en viñedos situados a más de 1.000 metros de altura o apostar por una exquisita cena en una típica borda andorrana. Un lugar para disfrutarlo sea cuando sea.