La periodista, ganadora del premio Pulitzer en dos ocasiones participó de la Cátedra Mujeres y Medios UDP, donde comentó su forma de trabajar y su libro «Invisible Child», que detalla la historia de Dasani Coates, una niña sin casa, que debe sobrevivir junto a su familia en Brooklyn bajo condiciones de pobreza. También mencionó que está actualmente muy interesada en poder trabajar en alguna historia en Chile. “Es exactamente el tipo de historia que a mí me encanta reportear, que es cuando una persona, una comunidad o país está en un proceso de cambio, de reinvención”, asegura.
La más reciente Cátedra Mujeres y Medios UDP tuvo como protagonista a la destacada periodista Andrea Elliott, reportera de investigación de The New York Times y del premio Pulitzer en dos ocasiones: en 2007 en la categoría Crónica, y en 2022 en la categoría No Ficción por su libro “Invisible Child”, el cual Barack Obama, otrora presidente de Estados Unidos, catalogó como uno de sus favoritos. El texto aborda, a través de la historia de Dasani Coates -una niña sin casa, que debe sobrevivir junto a su familia en Brooklyn-, la pobreza, la desigualdad y sus raíces.
“Fui testigo de las formas más escandalosas de opresión sistémica y los actos más notables de coraje, resiliencia y amor. Comencé a cuestionar todas las ideas y suposiciones que nuestra sociedad toma sobre la gente pobre. Comencé a ver mi ciudad con otros ojos, mi propia ciudad, marcando con claridad todos los límites raciales y de clase social que para la familia de Dasani siempre fueron visibles. Rastreando su linaje, me encontré reconsiderando la narrativa de lo que es la historia americana y su sueño moderno”, confesó Elliott al inicio de su exposición.
La periodista conoció a Dasani en 2012 cuando ella tenía 11 años y vivía con sus padres y 7 hermanos en un refugio para gente sin casa. Luego de eso, se mantuvo cerca de ellos por alrededor de 10 años, interiorizandose no sólo en las historias de cada uno de los miembros de la familia, sino que también en las raíces de ella, ligadas a la esclavitud.
“Pasé miles de horas con esta familia: tomando el metro, yendo a las misas callejeras, parando en el mercado para ver a Dasani cómo se gastaba una mesada de 3 dólares en una colación para el colegio porque de nuevo se había perdido el desayuno gratis que daban en el refugio. Estaban siempre con hambre. Es difícil resumir el efecto que tiene ser parte de este tipo de sistema. La gente generalmente asume que la pobreza es el resultado de malas decisiones, pero se trata más a menudo de la falta de elección. No sólo es lo que creo, sino que lo demuestran las investigaciones académicas. Es la falta de algo, no la presencia de algo. Cuando estás demasiado ocupado en sobrevivir, no puedes prosperar”, sostiene.
Elliott también mencionó que está actualmente muy interesada en poder trabajar en alguna historia en Chile. Tiene un vínculo especial con el país, pues su madre es chilena y ella misma vivió acá por un año. “Me parece un momento tan importante y es exactamente el tipo de historia que a mí me encanta reportear, que es cuando una persona, una comunidad o país está en un proceso de cambio, de reinvención. Estoy totalmente fascinada con lo que está pasando en Chile”, asegura.