Precisamente el recital comienza con una breve pieza del mencionado compositor que dedica a su alumna, Estudio de trémolo, y que explota este mismo procedimiento técnico que la subsiguiente página, la celebérrima Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega, aquí presentada sin solución de continuidad con la pieza anterior, que el instrumento articula en una muy concentrada dinámica de pincel fino y delicado, sin aristas. De Joaquín Clerch, González Caballero incluye también la suite escrita en 2005 Preludios de Primavera, siete interesantes piezas que le permiten explorar la diversidad de humores que impregnan una obra con marcadas influencias de la música cubana y andaluza.Seguir leyendo en Opera World
