Gursky, con su mirada directa y aséptica del mundo y la sociedad actual, ha sido el protagonista de nuestra cita de agosto.
Su obra se centra en la arquitectura de grandes espacios y en el colorido, con una mirada panorámica, abstracta y algo fría de la realidad que vivimos actualmente.
Grandes superficies, oficinas, fábricas o macro espacios de trabajo donde el hombre queda en un segundo plano o es prácticamente inexistente. Un mero juguete de la sociedad.
Andreas Gursky es el fotógrafo más cotizado hoy en día a nivel mundial, y sus obras se venden por cifras que superan los 3 y 4 millones de euros. Beatriz Pina le eligió para que intentáramos emular su obra este mes, debiendo deciros que la he odiado, con cariño, a lo largo de estos últimos días. Hemos sudado a chorros todas para conseguir inspiración.
Yo me conformo con haber conocido su obra y haber visto la fotografía desde otra perspectiva totalmente distinta a la que tenía hasta este momento. Adentrarme en su manera aséptica, fría e impersonal de ver la sociedad en la que vivimos, viendo su obra como una crítica hacia lo que estamos construyendo para nuestros hijos o lo que vamos a dejarles en herencia, ha sido lo que me ha compensado las horas de trabajo invertidas en intentar emular su trabajo.
Las imágenes de Gursky no son un mero disparo con una cámara de muchos miles de euros. Sus métodos digitales y su manera de trabajar convierten sus imágenes en verdaderas obras de arte, de una perfección técnica y compositiva inigualables.
Os dejo el resulta de mi trabajo con la única imagen que he conseguido realizar este mes, con su foto de inspiración.
Quiero, desde aquí, dar las gracias a Beatriz Pina por abrir mis ojos a otra manera de fotografiar, y a mis compañeras de El Objetivo Mágico por la paciencia y dedicación de este mes para sacar esta foto adelante.
Y por supuesto no puedo dejar de agradecer a Optica Toscana de la C/ Ayala, 34 en Madrid su amabilidad al dejarme fotografiar su impresionante expositor de gafas. Esta óptica que se encuentra a escasos metros de nuestro espacio en el Barrio de Salamanca es uno de esos lugares que los amantes de las gafas de diseño no podemos dejar de visitar. Yo me quedo pegada a su escaparate cada día que paso.
Inspirada en el original de Andreas Gursky