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Andrés luis dorado se reivindica ante un gran toro de manuel blázquez

Por SubbÉtica Taurina

ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
ANDRÉS LUIS DORADO SE REIVINDICA ANTE UN GRAN TORO DE MANUEL BLÁZQUEZ
FICHA DEL FESTEJO:
Ganado: seis toros de Manuel Blázquez, muy bien presentados, pero justos de fuerzas, destacando sobre el resto el sexto, premiado con una vuelta al ruedo.
Juan Serrano 'Finito de Córdoba: estocada atravesada (una oreja); y media estocada trasera y tendida (una oreja).
Manuel Díaz 'El Cordobés': estocada (ovación tras fuerte petición y bronca al palco), y estocada (dos orejas).
Andrés Luis Dorado: dos pinchazos y estocada (vuelta al ruedo); y estocada (dos orejas tras aviso).
Plaza: Cabra. Un tercio de entrada en tarde de temperatura agradable. Tras finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido "Felipín", novillero egabrense.
Tarde para recordar la de hoy en Cabra por distintos motivos, algunos puramente anecdóticos por lo habitual de los mismos, pero otros afortunadamente por lo excepcional de éstos ya que, en definitiva, son los que dan vida a la Fiesta. Porque, que un torero haga el feo de no pasear un trofeo ya es conocido por la afición cordobesa, pero ver a un ganadero en mitad del ruedo protestando, pañuelo en mano, la decisión del usía de turno, no es muy frecuente. Ganadero que fue "invitado" a dejar el callejón por las fuerzas del orden público y que se ubicó en el tendido para presenciar como uno de sus toros haría olvidar tanto su affair con la Presidencia.como el feo gesto de Juan Serrano, tras desorejar al primero de su lote.
Y es que la salida de Juguetero, herrado con el número 21, sexto de la tarde y como el resto del encierro de Manuel Blázquez, con una magnífica presentación, hizo olvidar todo lo anterior, convirtiendo de paso a su matador, Andrés Luis Dorado, en el gran protagonista de la recta final de un festejo, cuyo único lunar fue la pobre afluencia de público en los tendidos.
Toro importante, que ya en el capote dio muestras de su fijeza, luego contrastada en el caballo, donde empujó con codicia, y posteriormente en la muleta, donde el astado siguió de manera incansable, por uno y otro pitón, los engaños que le ofrecía Dorado, que reaparecía tras el percance sufrido en Azuaga y que pese a su corto número de actuaciones este año, dio toda una lección de pundonor, valor y grandes dosis de arte. Entendió muy bien Andrés Luis al ejemplar de Manuel Blázquez desde un principio, iniciando su faena rodilla en tierra para luego enjaretar tres tandas con la derecha de mucho empaque, subiendo el diapasón por el pitón izquierdo, rematando cada tanda con largos y casi interminables pases de pecho. Faena compacta que fue perdiendo fuelle en su recta final lo que no fue óbice para que incluso se pidiera el indulto del toro, que finalmente recibió una más que merecida vuelta al ruedo, mientras que Dorado cortaba dos orejas con la que se aseguraba la salida a hombros, que perdió en su primero el errar con la espada, tras una actuación correcta ante el ejemplar menos noble del festejo.
Junto a la de Dorado, también merece ser destacada la actuación de Manuel Díaz El Cordobés, de manera especial en el quinto de la tarde, otro gran toro al que cuajó una faena de muleta con pasajes de mucho interés, de manera especial varias tandas de derechazos con la muleta siempre a media altura para no obligar al toro. En su primero, otro toro de lío gordo de haber tenido algo más de fuerza, consiguió en el tramo final de su actuación ganarse a pulso un trofeo que le fue negado por la Presidencia tras petición mayoritaria del público. La bronca fue de órdago y el numerito del ganadero, pañuelo en mano, recriminando la no concesión de los trofeos provocó que dos agentes de la Policía Nacional, a instancias del delegado gubernativo, invitaran a Manuel Blázquez a que abandonara el callejón y tuviera que presenciar el festejo, tras haber tomado nota de su afiliación, desde un tendido.
Por su parte, Juan Serrano tuvo que cuidar mucho al que abría plaza para que no se fuera al suelo una y otra vez, dejando varias tandas por el pitón derecho muy del agrado del público, que solicitó para Finito el primero de los trofeos de la tarde que el matador se negó a pasear por el ruedo, recibiendo otra oreja en su segundo, tras una faena de un continuo quiero y no puedo que no llegó a levantar el vuelo en ningún momento. Para seguir acrecentando su particular personalidad, tampoco quiso abandonar la plaza a hombros, como sí lo hicieron sus dos compañeros de cartel.

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