La colección supone un viaje cargado de inspiración al más puro estilo de los años 60, hacia lugares lejanos, donde las prendas se caracterizan por ser cómodas, casual y genuinamente elegantes.
La temporada de Esprit comienza con un look fácil, un estilismo con actitud relajada materializada en sudaderas con capucha y nuevos detalles, como los jeans lavados a la piedra con "hyperstretch" para una máxima movilidad, cazadoras bomber y parcas, camisas estructuradas, jerséis de cuello caja y punto sin remates.
Como centro del tradicional tinte índigo a mano, Kojima lleva este color grabado en su cultura, cuya influencia ha calado en la colección Esprit Men de esta temporada. Un ejemplo son las camisas de algodón con estampados realizados según la tradicional técnica del Sashiko. Kintsugi, el arte japonés de la reparación de cerámica, que trata los daños y la reparación de estas piezas como algo que aporta personalidad y no como un signo de imperfección, une fuerzas con el upcycling. El resultado, son jeans en denim artísticamente reparados y con parches, perfectos para usar con una gabardina desgastada o una blazer cruzada en denim índigo.
El algodón natural sin teñir es la clave, junto a cazadoras de cuatro bolsillos, jeans de cinco bolsillos y camisetas en mezcla de lino, en una apuesta por la sostenibilidad y por los tintes y tejidos naturales. La influencia del reciclado se refleja en los modelos con parches y reparados, que se combinan con mezcla de texturas.
Las cazadoras de nylon ligero enfatizan el look deportivo de la colección, combinadas con jeans, shorts y chinos con el bajo enrollado y unas sneakers blancas. La paleta cromática destaca por tonos de gris y neutros más desgastados con detalles de azul intenso, rosa palo y verde oliva.