Con un presupuesto que se rumorea que anda entre los 200 y los 250 millones de dólares (debido a los efectos especiales), el director de John Carter, Andrew Stanton, ha hablado para Collider sobre Avatar y sobre algunos obstáculos que podrían evitar que la película de Disney fuese un éxito. En un principio se informó que tendrían que ganar en taquilla unos 700 millones de dólares para que hubiese una secuela, pero con el tibio recibimiento que parece que está teniendo la película (a ver en qué se transforma cuando se estrene), parece que la película va atener una dura batalla por delante. Esperemos que el boca a boca y las primeras opiniones positivas empujen un poco a la gente al cine, y veamos una segunda adaptación de las novelas de Edgar Rice Burroughs.
- Esta película tiene una fase de post-producción larga.
No la llamo post. La llamo Fotografía Digital Principal. Una vez que la ves como eso, te das cuenta de que sí, no terminé del todo con el rodaje cuando terminé en junio. Cuatro de mis protagonistas son CG y diría que tres o cuatro de los miembros del reparto secundario son CG. Después está la mitad del mundo, (no la mitad literalmente, sino la extensión de mundos y la extensión de escenarios. Esas cosas que son tan grandes y fantásticas que no las puedes construir) que tiene que hacerse. La película siempre fue planeada para ser mitad CG y mitad real. No en aspecto, sino en el intento de construir la visión que teníamos. Afortunadamente, si lo hacemos bien, cuando todo esté hecho, nada parecerá CG y simplemente lo aceptaréis. Eso es todo lo que siempre he querido. Siempre vine a esto como un simple fan. Pasé 40 años de mi vida queriendo ver a alguien hacer esta película y verla como un fan. ‘Oh Dios mío, puedo ser el que la haga’. Todo lo que siempre he quiero es creerlo y verlo en la pantalla. Esa es en realidad mi meta, no ser un espectáculo mientras estoy ahí, sino creer que realmente estoy ahí. Porque he pasado toda la vida queriendo llegar ahí.
- ¿Puedes hablar sobre abordar el proyecto como un fan y lo que significa ser capaz de darle vida como un súper fan de la propiedad?
Bueno, he sido un fan de películas más que de otra cosa. Una cosa que aprendí hace mucho tiempo es que no puedes traducir un libro literalmente a la pantalla. No funcionará porque es un medio diferente. Y sería lo mismo al revés. Existe esa ingenua creencia por parte de alguna gente de que si haces exactamente lo que está en el libro, va ser buena. Diría que ese es un pensamiento falso. Diría que incluso las películas que crees que son grandes adaptaciones del libro, si los comparas, te darías cuenta de repente, ‘Oh Dios mío, lo cambiaron mucho’.
- ¿Qué dirías que es, en el fondo, el aspecto más importante a mantener?
Bueno, los libros eran en serie. La cosa de la que la gente no se da cuenta es que los libros fueron escritos originalmente como capítulos en serie en revistas. Todos tenían una estructura de tres actos en cada capítulo. No puedes hacer una película así. Sería como una serie de vagones de tren que se van juntando y eso irritaría a la gente. ¿Cómo puedes mantener el espíritu de lo que hay en el libro y que esté en esas escenas y en esos personajes y además hacerlo funcionar en una estructura de tres actos para una película? Ahí es a donde quiero llegar. Creedme, hay un millón de escenas que he imaginado en mi cabeza leyendo un millón de veces el libro desde que era pequeño. Ahora que soy más mayor, aún quiero verlas e intento duramente a ver si pueden existir en la película, pero lo que tiene que funcionar primero y por encima de todo es la historia. Y lo que invierto en el personaje. Para ser honesto, nunca invertí en Carter el 100%. Siempre fue una especie de Príncipe Valiente, una especie de tipo soso que lo hace todo bien sobre la marcha. Creo que lo más fascinante para mí fue su situación. Era un extraño en una tierra extraña, un tipo rechazado por las circunstancias. Además, está el problema del periodo. Realmente me encanta que alguien de la Guerra Civil sea abandonado en lo que podríamos considerar el pasado antiguo de Marte. Eso ha sido algo que realmente he intentado abordar en esto y darle una impresión especial.
Ha sido como una referencia por muchas cosas desde 1912. Inspiró, ya sea directamente o indirectamente, cosas como Flash Gordon, La Guerra de las Galaxias, Superman o Avatar. Si haces el libro literalmente, la gente pensaría que estás plagiando a todos los demás y eso es la pescadilla que se muerde la cola. Así que pensé, ‘¿Qué es lo que la hará fresca y permanecer diferente al resto?’. La aproximación que finalmente decidí llevar a cabo fue que debería hacerla como una película de época. Debería hacerla históricamente fiel a todo lo que realmente pasa en Marte, por raro que suene. Es la misma forma en la que podría ver una película sobre una civilización que no conozco de las regiones profundas de Sudamérica o el Medio Este de Asia. Si se hace de la forma correcta, quizás diría, ‘Guau, quizás así es como realmente fue Marte’. Le doy sentido a esas capas de historia que van detrás y que están sin explicar. Ya he podido ver un poco cómo es yuxtaponer Nueva York en 1888 y de repente cambiar a Marte o al Arizona en la misma época. Realmente tiene un buen giro de época. Cruzo los dedos, espero que vaya en esa dirección si no clava exactamente lo que yo buscaba. Creo que era necesario para diferenciarla. Si realmente coges la estructura, es una estructura que ya han tenido muchas películas.
- Estuvimos hablando con la entrenadora de dialectos y mencionó que el idioma de Barsoom fue inventado de la misma forma que el Na’vi.
Bueno, uno de mis productores, Colin Wilson, fue uno de los productores en Avatar. Tenía contacto con la misma entrenadora de dialectos. Yo estaba un poco nervioso por ello, porque no quería plagiar o robar o algo similar.
- ¿Estás preocupado por que la gente haga comparaciones?
Bueno, no hay nada que podamos hacer. Esto lleva en marcha desde hace mucho tiempo, pero el libro ha estado ahí desde hace 100 años, simplemente quiero verla. He tenido la misma presión con otras películas que he tenido que hacer. ‘Oh no, alguien más está haciendo una que me gusta’. Y todo eso. Esto duró alrededor de tres meses (normalmente solían ser seis) y cicla antes de que nadie pueda decir nada malo. Es sobre ‘es una buena película y voy a cogerla de la estantería y verla otra vez’. Estoy en esto para los nietos y siempre será así. No estoy en esto a corto plazo. Estoy en esto para quién podría verlo después de toda la promoción y la taquilla y todas las polémicas que se puedan crear durante el camino. Y ese camino se avanza casi más rápido de lo que lo puedes decir. No vale la pena estar en medio de todo eso. He tenido un libro que ha pasado la prueba del tiempo y voy a hacer una gran película de él y espero que funcione.