Revista Móviles
Seguramente muchos no lo sabrán, pero quien meta mano a su dispositivo tiene alguna idea de esto. Android es un sistema operativo basado en Linux, pero aquí viene lo bueno, todo lo que conocemos como Android se ejecuta de alguna manera aislado del kernel —el núcleo Linux— gracias a ART, anteriormente conocido como Dalvik, que es donde hacemos navegamos, jugamos, etc. Esta es la razón de por qué cualquier sistema operativo, por ejemplo BB10 o Windows Phone 10 podía ejecutar aplicaciones de Android como si fuesen nativas: por que sólo es necesario portar la máquina virtual.
Google, que sabe mejor que nadie de esto, ha decidido mover también sus fichas, pero en otra dirección... Linux es uno de los sistemas operativos más estables, fiables y seguros que hay, pero el ser libre causa que por obligación Android también lo sea. Sea cual sea el motivo, Google lo ha decidido: Android abandonará el kernel Linux y a partir de Android O —el que sigue después de Android N— estará basado en FreeBSD, un sistema operativo y kernel basado en UNIX al igual que iOS y macOS... Y cuya mascota es un simpático demonio.
Uno de los inconvenientes con los que tendrá que lidiar Google cuando Android pase a tener usar un kernel FreeBSD es que necesitará el soporte y la ayuda total de los fabricantes, quienes ahora deberán escribir todos sus drivers para que sean compatibles con FreeBSD, el cuál a día de hoy no tiene casi ningún soporte oficial por parte de estos.
¿Es sensata esta decisión de Google? Según nosotros no, y sus intenciones tampoco son del todo claras, pero hay algo más que peligra al pasarse a un núcleo FreeBSD: Android podría volverse de código cerrado, ya que Google no estaría más obligada a liberar el código fuente como si lo está de alguna manera usando Linux. Sólo esperemos no sea el caso.
[Actualizado 11:57 (GMT-5) — 01/04/2016] Feliz día de los inocentes :p