Revista Cultura y Ocio
El pasado jueves 19 de febrero, Marcos Ordóñez recordaba justamente la figura del recientemente fallecido comediógrafo Manuel Ruiz Castillo, y contaba que ni siquiera en las última semanas de su enfermedad perdió la zumba. Por ejemplo, contaba que a una amiga, «que, por Skype, se le ocurrió soltarle 'qué flaco estás, chico', le contestó Ruiz Castillo: 'Ya me gustaría a mí poderte decir lo mismo'». Esto lo he leído en la prensa de hace unos días, pero en la de hace más de doscientos años también había cosas parecidas. Así esta anécdota que se publicó en el Diario de Madrid en septiembre de 1788 como hoy se publican las viñetas de los humoristas, en página destacada: «Pasando un día dos hombres al lado de una petimetra: —¿No ves —dijo el uno— que pasa la más bella muchacha del pueblo? Volviose la Usía; y habiendo visto que era muy feo: —Yo quisiera, caballero, poder en agradecimiento decir otro tanto de Vm. —Pues qué —respondió el tal—, ¿no podría Vm. mentir como yo?»