Cierta mañana me encontraba con el coordinador de primaria en mi oficina y trabajábamos juntos en un nuevo proyecto educativo cuando entró un niño de 7 años, pequeño en estatura y voz tierna. Se estableció la siguiente conversación entre el coordinador y el niño:
Coordinador: Hola Gabriel cómo estás?
Gabriel: muy bien profesor y usted?
Coordinador: Muy bien Gabriel. ¿En que grado de primaria te encuentras?
Gabriel: 1er grado
Coordinador: y tienes hermanitos en el colegio Gabriel?
Gabriel: no profesor, yo quisiera tener un hermanito
Coordinador: Ah pero eso es fácil. dile a tu mamá que te de un hermanito.
Gabriel: Si profesor, le he dicho 100 veces que quiero un hermanito
Coordinador: ¿Y que te respondio tu mamá?
Gabiel: me ha respondido 500 veces que NO
Comparto esta anécdota porque en la medida en que queremos ir conociendo a nuestros alumnos surgen conversaciones tan particulares y divertidas como estas.