No sé a raíz de que momento la beba se volvió fan de los dragones.
Hay veces que se te acerca haciendo el dragón , lo que viene siendo: Poner cara fea y decir “uahhh” y mueve los dedos de las manos.
No le gusta ir al médico, siempre llora. Eso de que la toquen y tal no va con ella. Así que la fui preparando psicologicamente para la revisión de los dos años. Jugábamos a operarnos y sacarnos bichitos, nos mirábamos los ojos, orejas…
Y sobre todo, aproveché su quehacer de dragón para que sacara la lengua y se le vieran los dientes y la garganta.
Un éxito en la revisión. Le hizo el dragón a la enfermera de maravilla. Yo me partía de risa. Y gracias a eso se relajó un poco porque estaba refunfuñando por tanto toquetearla.
¿Le gusta ir al médico a vuestros hijos? ¿Algún truco?