Revista Música

Anécdotas del mundo del jazz. II

Publicado el 26 diciembre 2024 por Agustin @TecleaTeCrea

Anécdotas del mundo del jazz. II
J. Roll Morton ante la negativa a tocar un pasaje de una pieza de él tal como este deseaba por parte de un trombonista puso una pistola sobre el piano y el trombonista captó la indirecta y tocó el pasaje tal como Morton deseaba.
El mismo decía que un funeral en N. Orleans era "el final de una muerte perfecta". La banda acompañaba los cantos en la iglesia e interpretaba otras músicas propias del ceremonial, pero después acompañaba a la comitiva en una sonora procesión hasta el cementerio. Una vez el difunto era enterrado, la banda iniciaba otra marcha, pero ahora más viva que la anterior, generalmente a ritmo de ragtime, para acompañar a los asistentes al acto a la última parte de la "fiesta", un encuentro en el que se comía y bebía.
S. Joplin anotó en una partitura, Stoptime Rag: "a fin de obtener el deseado efecto de parón rítmico, el pianista deberá pegar un fuerte taconazo en el suelo cada vez que la palabra Stamp aparezca en la partitura". Sorprendentemente, se indica efectuar dos taconazos por compás...
Sobre las jug bands o spasm bands, literalmente "bandas espasmódicas": "los instrumentos caseros eran guitarras, banjos y violines hechos con cajas de madera: peines forrados con papel o una versión mejorada de los mismo: el kazoo, instrumento que produce un sonido parecido a un zumbido cuando alguien lo sopla y al mismo tiempo tararea la canción). Teteras y trozos de tuberías a las que se les había aplicado una boquilla de trompeta, latas y jarras con las que se alcanzaban los tonos más graves, las cajas de té que servían como contrabajos, y un conjunto de campanas e instrumentos de viento y de percusión que consistían principalmente en utensilios de cocina, maletas y la tabla de lavar la ropa que se golpeaba con dedales o con la cabeza de un cepillo".

La famosa "Tin Pan Alley" era un lugar de N. York en donde estaban radicados la mayor parte de editores musicales americanos. Cada editor contaba con pianistas a su cargo que tocaban las canciones que éste publicaba a petición de los clientes. Entre ellos estaba, ni más ni menos, que Gerswhin.
Alan Lomax, sobre la improvisación en las iglesias por las primeras comunidades afroamericanas "para empezar prolongaban y hacían vibrar hasta tal punto los textos de los himnos que solamente un ángel sería capaz de descifrar lo que se cantaba. En vez de cantar en un particular unísono o heterofonía, mezclaban sus voces en grandes y unificadas corrientes de voz. Aparecía así una armonía sorprendente, en la que cada cantante ejecutaba variantes de una melodía en su correspondiente tesitura. Pero a pesar de ello todos estos ornamentos contribuían a crear una polifonía de líneas continuamente cambiantes que se elevaban como las algas con el movimiento de las olas o como las ramas de un árbol cuando reciben el impacto de un fuerte viento."
La melodía In a sentimental mood de D. Ellington recuerda mucho a otra, Someone to watch over me. Nada menos que las siete primeras notas de ambos temas, una tras otra, son idénticas.

Efectivamente, pero una está en modo menor, otra en Mayor y el uso de una escala pentatónica ascendente (las notas negras del piano seguramente inspiraron esos comienzos, como sucede así mismo con otra canción de C. Porter) no pertenece a nadie...
Un saxofonista de la orquesta de Ellington, Paul Gonsalves tenía adicción a drogas y alcohol y en una ocasión se durmió en un concierto y oyendo aplausos, se levantó y saludó, volviéndose a su lugar y a sentarse. No había tocado una sola nota. Los aplausos eran para otro músico que había finalizado en ese momento su solo :)

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