Ya hemos hablado de varios tipos de anestesia, incluida aquella para cesárea. En el caso de la cirugía abdominal, tenemos una zona del cuerpo que está ubicada justo en el límite donde se puede administrar con seguridad casi todos los tipos de anestesia, lo que explica que haya una permanente controversia sobre cual anestesia es la mejor para este segmento del cuerpo.
Para seleccionar una u otra, debemos primer definir el tipo de cirugía y su eventual duración. La anestesia espinal es una muy buena alternativa para cirugías abdominales, pero como hemos mencionado antes, tiene una duración máxima de un par de horas dependiendo de las drogas y dosis administradas, y no se puede repetir en medio de la cirugía. También tiene el riesgo que la cirugía se prolongue o suba hacia más arriba del nivel de la anestesia, lo que provocará molestias al paciente.
Otra posibilidad es la anestesia peridural, que mejora la duración de la anestesia espinal. Al dejarse un catéter colocado, se puede administrar más dosis de anestesia y prologar el efecto, o incluso usarlo para la analgesia postoperatoria. Sin embargo, el bloqueo sensitivo no siempre es tan bueno y muchos pacientes sienten más (movimiento, tirones, tacto) que con la anestesia espinal, además que no siempre queda el catéter bien posicionado, y la anestesia se lateraliza (se anestesia un sólo lado y el otro no, lo cual obviamente producirá molestias durante la cirugía).
Hay algunos trabajos que han demostrado que la anestesia local, asociada a sedación, es una buena alternativa para cirugías sencillas y superficiales, como hernias inguinales por ejemplo. Los pacientes se recuperan más rápido, y en cirugía ambulatoria, se van antes a la casa. La anestesia local proporciona además una analgesia por algunas horas, lo que reduce el dolor en las primeras horas del postoperatorio, mientras hacen efecto otros analgésicos.
Por último, siempre tendremos la anestesia general. Esta nos permite tener un paciente relajado, que facilita la cirugía cuando es intraabdominal, y por su mantención, podemos administrarla casi indefinidamente, lo que la hace útil en cirugías cortas o de varias horas.
Para no alargarnos mucho con el tema, trataremos en otras publicaciones cada patología específica.