El gran pintor palentino
Del 12 de noviembre de 2021 al 9 de enero de 2022, en la Fundación Diaz Caneja, se puede admirar la magnífica Exposición Antológica de Ángel Cuesta, uno de los grandes pintores palentinos, capaz de variar de estilos y formas de pintar, y mostrar el recuerdo vivo de los monumentos y parajes de Palencia y provincia, muchos de ellos desaparecidos.
He visitado varias veces esta exposición, en un intento de despedirme del genio creador, y admirar por última vez la maravillosa obra de un artista inconfundible. No me cansé a lo largo de estos años de ver las exposiciones de Cuesta en diferentes salas, pero esta exposición antológica en La Caneja batió el récord de mis visitas, influido por el arte único de Ángel, capaz de hacerme descubrir algo nuevo y diferente en sus cuadros, sus técnicas y evolución. De todas estas reiteradas visitas no puedo olvidar la que realicé acompañado, tras cita previa, de un guía excepcional, íntimo amigo del pintor, conocedor de su vida, obra y evolución, experto en arte, entendido de toda clase de manifestaciones artísticas, que conoce toda la obra de pintores y escultores palentinos y castellano-leoneses, además de los genios de la pintura y escultura, tanto españoles, europeos como americanos.
Mi experto amigo me explicó con detalle toda la evolución del artista, así como la especial composición de cada cuadro. Su primera lección comienza con la explicación de los bocetos académicos de Cuesta en su época de aprendiz en la Escuela de Artes. La segunda lección me hace ver la meticulosa precisión del pintor, y resalta su enorme trabajo al plasmar sus ejercicios de topografía y caligrafía. La tercera me demuestra que Cuesta fue prolífico en todo tipo de manifestaciones artísticas y creativas, como su autoría de conocidos carteles de promoción de empresas y fiestas, muchos de ellos creados por propia iniciativa, y muchos otros realizados por encargo. Sepias y aguadas en las que se pueden observar todo tipo de detalles, en las que introduce incluso en miniatura la figura del propio pintor.
La cuarta lección me hace ver al Cuesta incansable buscador de rincones palentinos ya desaparecidos, a los que retrata e inmortaliza con increíble e impecable precisión, logra perpetuar lugares y tiempos pasados. Es el caso de las Casas de la Campanera, en las que vivió el pintor; de la antigua plazuela y el rincón de la Casa del Cordón; la Calle Mayor, donde pintó casas que ya no existen, en cuyos locales se alojaba el obrador y despacho de la desaparecida y conocida pastelería "El Pastelero de Madrigal".
En la siguiente lección mi particular guía hace hincapié en los diferentes estudios en los que Cuesta realizó su actividad y creatividad, como los de su propio domicilio en la avenida Modesto Lafuente, o en las calles María de Molina o Los Trigales. A continuación, me explica las famosas plumillas por las que Ángel Cuesta se hizo conocido en Palencia y fuera de ella, que se esparcieron por toda la ciudad, provincia, comunidad, y por muchos lugares de España, en las que pinta entrañables monumentos, bellos rincones y pueblos. Me muestra mi amigo las bellísimas acuarelas de lugares conocidos, de palomares terracampinos, preciosas estampas de pueblos como Támara, además de su pasión por las marinas.
El pintor de boina y melena gusta de pintarse a sí mismo, y deja para la posteridad maravillosos autorretratos que realiza en cartón, entre ellos el cartel de esta exposición antológica. Cuesta parece que disfruta haciendo publicidad a firmas y establecimientos de calidad, como el desparecido comercio de la Viuda de Cabrero, en el que trabajó de chaval. Es inmortal el popular folleto del Cine Club Calle Mayor. Inmortaliza también a sus hijos Alicia, Elena y Miguel Ángel. Este último, profesor del Instituto Victorio Macho, falleció a temprana edad y trastocó la vida de Ángel. Retratos memorables son los de su madre, los de su yerno, y sus hermanas Tirsa, Teresa y Carmina, la única que vive y estuvo presente en la inauguración de la exposición antológica.
El mundo artístico de Ángel Cuesta es infinito, en su empleo de elementos abstractos, arenas que muestran la intensa creatividad del autor, es capaz de pintar difíciles desnudos, y poseer un dominio exclusivo de la tinta china, de pintar cuadros muy potentes, con el empleo de nudos, que reflejan su extraordinaria mentalidad y asombrosa creatividad, con detalles que sorprenden por su espectacularidad.
Es Cuesta capaz de dominar y plasmar los bodegones con exclusiva belleza, como los retratos de sus pinceles y botes de pintura utilizados en su estudio, detallada reproducción de las distintas marcas de tubos de pintura que emplea para sus acuarelas, no olvida sus pinceles, la caja de pastillas "Juanola", su regla y compás, su cúter, rodillo, su cenicero repleto de colillas... Nos refleja el pintor su mundo, nos presenta los medios que hacen posible su producción artística, no desea que se pierdan, y los inmortaliza en sus cuadros con detallada y delicada precisión.
En esta exposición antológica también se puede apreciar, en algunos de sus cuadros, la canejiana influencia del gran pintor palentino Juan Manuel Díaz Caneja, por el que Cuesta sentía una especial atracción, admiración, y fue un estudioso de su obra. El espacio pictórico de la Fundación Díaz Caneja, era el lugar preferido por Ángel Cuesta para realizar sus exposiciones.
Me indica mi particular guía de la exposición que Ángel Cuesta era un manitas en todo lo que hacía, y en la forma de envolver sus cuadros mostraba una habilidad poco común, como en la peculiar decoración de abanicos, la creación de etiquetas de vinos, cucharas de madera, hormas de zapatos, que decora con su propia identidad. Entrañable, peculiar e inédito es descubrir las hojas arrancadas por Cuesta del calendario en las que en miniatura pinta preciosos bodegones. En su peculiar homenaje a Velázquez retrata una gaseosa "La Casera", y uno de los personajes parece indicar que... "Si no hay Casera nos vamos". Pinta Cuesta sus peculiares tierras de labor, con sus exclusivas nubes, creatividad sin fin de este genio de la pintura que se divirtió en la creación de esculturas, algunas presentes en la exposición antológica.
La Exposición Antológica de Ángel Cuesta ha tenido en Julián Alonso un comisario de excepción, que ha demostrado un meticuloso conocimiento de la obra de su amigo, un enternecedor cariño, y ha realizado un magnífico trabajo, que pudimos comprobar en la inauguración de la exposición como hilvanó con maestría la evolución del pintor palentino. No menos importante es el excelente catálogo, editado con mimo por la Fundación Diaz Caneja.
Bien se mereció el gran pintor palentino Ángel Cuesta, que el Ayuntamiento en vida del artista lo dedicara una calle. Queda pendiente la creación de una Fundación que recoja su importante legado y valiosa obra. Que no quede en el olvido el pintor de más de diez mil cuadros, que nos recuerdan cada día los bellos rincones, lugares desaparecidos, monumentos de la capital, calles y pueblos. Hagamos que Cuesta siga siendo, como él dijo, el pintor más conocido de Palencia, pero no el más desconocido y olvidado.
Para saber más de Ángel Cuesta en Curiosón
PALENCIA EN MIS RECUERDOS
Una idea de Alfonso para "Curiosón"