►Título: Ángeles caídos
►Título original: Angels Fall
►Autora: Nora Roberts
►Serie: Libro independiente
►Publicación: Enero 2010
►Editorial: DeBolsillo (RHM)
►Páginas: 544
►Precio: 9'95 €
Meses atrás, Reece Gilmore sufrió un hecho dramático que cambió su vida por completo y la encerró en ella misma. Repleta de miedos y ansiedades, durante todo ese tiempo ha viajado sin rumbo ni destino, huyendo, sin encontrar ningún lugar en el que sentirse segura y volver a empezar una nueva vida. Hasta que llega a Angel’s Fist, un pueblecito del estado de Wyoming. Parece que el destino ha querido que acabase en ese pequeño y acogedor pueblo en el que los cotilleos vuelan, todo el mundo se conoce y se trata con una familiaridad que la hace sentirse bien.
Aunque no está decidida a asentarse en ese lugar, no duda en presentarse para el puesto de cocinera en el restaurante local del pueblo; sólo por probar. Con el paso del tiempo, Reece se sentirá más a gusto cada día, sus miedos y debilidades menguarán poco a poco y volverá a sentirse entre amigos, en paz y en familia, como hacía mucho tiempo que no se sentía. Pero entonces ocurre algo que perturba su tranquilidad: es testigo de un asesinato. Reece sabe lo que ha visto, pero el resto de la gente no cree lo que dice; cuando empieza a verse sola ante la situación, contará con el apoyo de Brody, un escritor que vive en el pueblo, el único que cree que Reece dice la verdad. Y, como buena novela romántica que es, saltarán chispas entre nuestra protagonista y ese escritor de novelas de misterio que consiguió que soltase más de un suspiro ♥
Me enganchó desde el principio y, con sus más de 500 páginas, la novela no se me hizo pesada en ningún momento. Es una novela romántica con grandes dosis de misterio que mantiene la intriga en todo momento, haciendo que el lector le de vueltas a la cabeza para averiguar qué ocurrió, que está ocurriendo y qué ocurrirá. Con un ritmo ágil y una pluma que me ha enamorado, la autora sabe cómo hacer que el suspense esté presente hasta el final, con un argumento que no es el colmo de la originalidad pero que sabe manejar a la perfección.
El gran punto a favor de este libro es la facilidad para empatizar con los personajes, que consiguen la complicidad y el cariño del lector sin ningún problema. Reece es un personaje complejo y lleno de matices que inspira admiración: a pesar de sus problemas, de sus miedos y angustias, ella luchará por superarlo todo y seguir adelante. Porque ser fuerte no significa no tener debilidades, y ella lo demuestra. Brody no es el típico hombre ideal que nos encontramos en tantísimas novelas románticas; él es cabezota, solitario, todo un machote, cascarrabias y sarcástico, pero también tierno, sincero y bueno: y estará al lado de Reece en todo momento para darle el apoyo que necesita. Me encanta.
Tienen una relación bonita, sincera y creíble, y el hecho de que la autora nos introduzca en sus respectivas vidas sin prisas y con detalles aquí y allá hace que lleguemos a conocerlos a la perfección. Es una relación llena de deseo, pasión, atracción, confianza y amor.
Los secundarios, aunque no son tan complejos, también me gustaron. Complementan a los protagonistas, rellenan los huecos necesarios de la historia, aportan sus puntos de vista, son diferentes entre ellos, son como son y todo eso les hace humanos. El ambiente en el que se desarrolla la historia no podría ser mejor: es tan familiar y está tan bien descrito que en seguida te sientes como un habitante más del pueblo. Por lo menos, yo me he sentido dentro de la historia.
Es una novela que contiene amor y misterio a partes iguales, una historia que explica el viaje de una mujer trastornada y valiente que hará cualquier cosa por volver a sentirse segura. El estilo ágil y sencillo de la autora, junto a unos personajes tan agradables y bien elaborados, ha conseguido que disfrute de todas y cada una de sus páginas. Maravilloso.