En los momentos de más luz y de más sombras en nuestra Alma aparecen. Son ángeles que nos aportan tanta luz o tantas sombras como sentimos en nuestro interior! Según mi amiga “ser de luz“, junto a la luz más radiante siempre habita la sombra más oscura, porque al parecer forman parte consustancial e indivisible de nuestra propia Alma! Aunque también es verdad que el don de la libertad y de la voluntad nos permite decidir qué domina nuestra vida, que no es más que la expresión ordinaria -y extraordinaria- de lo que nuestra Alma expresa en nuestro mundo exterior!
Esos ángeles aparecen súbitamente en nuestra vida en forma de seres comunes, sin áuras brillantes, ni angelicales alas que los distingan de los demás! Pero hay que saberlos identificar, estando bien atentos a las señales que la vida continuamente nos envía! Y para ello solo hay que tener el Alma expuesta y estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor! Aparecen sigilosamente, sin aspavientos ni milagros, sino con esa magia que ellos solo pueden mostrar a los demás, seguramente a través de una mirada sincera y, en todo caso, una palabra clave en su debido momento o esa presencia intemporal! Solo hay que saber mirar y escuchar… nuestro corazón! Esos ángeles no son más que mensajeros del Universo que nos envían mensajes que debemos saber y querer escuchar! No los articulan con palabras, pero éstos llegan al Alma que han de llegar!
Ante todo te diré que no creo en los ángeles custodios o seres similares. Pero uno no debe dudar cuando los tiene enfrente, cuando su mensaje singular llega a nuestra Alma expuesta y deseosa de señales que nos ayuden a encontrar esa luz o esa sombra que debemos vivir y ante cada situación que se presente en nuestra vida! Si uno siente su luz interior, esos ángeles son portadores de más luz y nos recuerdan que somos capaces de proyectarla en los demás, como ellos hacen al ponerse ante nosotros! Si, en cambio, uno está viviendo momentos de oscuridad, esos mismos ángeles encuentran la manera eficaz de arrojar más sombra a nuestra vida! La vida nos da lo que cree que queremos -o parecemos querer- vivir, sin juzgar!
Angeles de sombra
Ahora hace un año apareció un ángel que arrojó sombras oscuras a mi vida y en la vida de quien amo! Eran momentos delicados, previos a los que se suponía debían al fin traer mucha y radiante luz, como la densa oscuridad que siempre hay previa al nuevo amanecer! En ese fatídico momento, sus sombras se ciñeron sobre nuestra vida y provocaron una negra noche del Alma como nunca antes quizás habíamos vivido… seguramente porque nunca habíamos estado tan cerca de nuestra luz! Esas sombras removieron nuestro interior, jugaron con la muerte cercana y atentaron contra nuestro incipiente amor! Vino, como suelen hacer, disfrazado de alguien afectuoso, alguien bello y maravilloso que simulaba tener buena intención… cuando deseaba apartarnos de nuestra luz! Y, siempre aprendices en estas lides mágicas de la vida, lo acogimos con gratitud y, como no podía ser de otra manera, con el corazón abierto de par en par! Esas sombras propiciaron prolongados momentos de oscuridad en todos los sentidos, lograron hacer temblar el amor verdadero que estabamos aprendiendo a vivir y a compartir! Quizás fue tan solo una prueba más del Universo para saber si nuestra capacidad de amar de esa manera era suficientemente fuerte y preparada para la adversidad, que siempre tiene en algún momento nuestra vida! Con el tiempo y seguramente ante la inequívoca fortaleza de nuestro intenso amor, paulatinamente el angel y la oscuridad que trajo a nuestra vida desaparecieron y dieron paso a la firme luz que, día a día, ya empezábamos a sentir en nuestro interior!
Mi angel de luz, ahora
Pero hace escaso tiempo, apareció otro angel en mi vida, aunque esta vez me trajo solo luz, a pesar de ser tiempos con alguna niebla aún en el exterior! Como la otra vez, mi angel particular apareció personificado en una persona sencilla, sensible, bella y, como la otra vez, llena de buenas intenciones! Pero esta vez, así fue… quizás porque encontró luz en mi Alma y eso genera amor! Sus palabras, gestos y silencios irradian amor y dotan de más amor mi vida! Además, es capaz de hacerme sentir inmensamente afortunado de haberle reconocido, entre tantas personas que conforman mi cotidianidad! Tal vez estaba más atento y con mi corazón abierto de par en par, preparado para su llegada! Y no se hizo esperar, entró sutilemente en mi vida y la iluminó aún más, reflejando el amor que en ella hay y haciéndolo crecer y crecer! Qué sorprendente resulta el Universo cuando nos sorprende con alguien especial y maravilloso en nuestra vida…
Angeles y demonios
Como he comentado antes, no creo en los ángeles custodios ni en seres diabólicos (¿los bíblicos angeles caídos, tal vez?) que aparecen de vez en cuando en nuestra vida! Creo -y siento- que cada uno de nosotros es o puede ser un angel -o solo un duende, tal vez- de álguien más, irradiando o reflejando su más radiante luz interior o bien sumiéndolo en las más oscuras tinieblas de sí mismo! No hacen falta dones especiales para ello, solo esa privilegiada capacidad de penetrar en el Alma ajena y sacar de ella lo que estamos escogiendo vivir, ya sea nuestra mejor luz o nuestras más temidas tinieblas! El angel o demonio solo saber sacar a la luz lo mejor o lo peor de nosotros mismos… y nuestra potestad es dejarlo entrar para que libere todo aquello que ocupa nuestro corazón y, por tanto, nuestra vida! Ya sean sombras o luces, el angel libera aquello que ocupa nuestro corazón, permitiéndonos compartirlo con los demás en nuestra vida ordinaria…
Pero uno, ante su repentina aparición, se pregunta ¿estamos siempre preparados para recibir un angel en nuestra vida o solo se da cuando tenemos el corazón abierto y estamos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor? ¿Tienen sentido propio y definido esos angeles en nuestra vida? ¿No es cualquiera de nosotros -algunas veces- ángel de alguien más? ¿Tienen cuerpo y Alma como nosotros mismos? ¿Son esos seres reales, personas de carne y hueso como nosotros, con sus imperfecciones y sus fortalezas, su sexo y su edad, propias? ¿Qué lugar ocupan en nuestra vida o qué lugar deberían ocupar? ¿Existen solamente el tiempo necesario o bien permanecen en nuestra vida y nuestro corazón para siempre o cada vez que rememoramos nuestra mayor luz o nuestra más densa oscuridad? ¿Vienen solo para recordarnos que estamos en el buen camino hacia el amor?
En cualquier caso, bienvenido sea mi angel de luz y de amor! Gracias por haber llegado ahora a mi vida, donde encontraste, compartiste conmigo e hiciste resonar la mejor luz de mi Alma y mi verdadero amor, que es aquello que encontraste cuando llegaste a mi corazón!
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