A mi es una pareja que me encanta. Por su estilo, porque son guapísimos, solidarios, porque han formado una familia atípica y porque hacen las cosas a su manera, sin perjuicios.
Se han casado en la intimidad, solo con 22 invitados y ahora salen a la luz las fotos en una exclusiva de la que donan todos los beneficios a causas benéficas. Han dicho el " sí quiero " en un castillo de la Provenza Francesa, del que son propietarios desde hace años. Sus 6 hijos fueron tan protagonistas del enlace como sus padres, ya que incluso el velo llevaba impresos dibujos hechos por los niños. Hace unos meses salió a la luz pública una carta presuntamente escrita por Brad a su mujer en la que explicaba los malos momentos por los que pasaban y cómo consiguió superarlos. Nunca reconoció la carta como auténtica, pero a mí me marcó y de vez en cuando la leo porque me parece impresionante. Hoy os la reproduzco y espero que os guste como a mí. "Mi mujer se enfermó. Ella estaba constantemente nerviosa por sus problemas en el trabajo, su vida personal y sus errores y problemas con los niños. Había perdido 30 libras (15 kg) y pesaba 90 libras (45 Kg) a sus 38 años. Se volvió muy delgada y estaba constantemente llorando. No era una mujer feliz. Sufría continuamente dolores de cabeza, punzadas en el corazón y contracciones nerviosas en su espalda y sus costillas. No dormía bien, caía dormida solo por la mañana lo que la mantenía cansada todo el día. Nuestra relación estaba a punto de romperse. Su belleza quedó abandonada en algún lugar, tenía bolsas bajo los ojos, buscaba algo en su cabeza y dejo de cuidar de sí misma. Rechazó rodar películas y rechazaba los papeles que le ofrecían. Perdí cualquier esperanza y pensé que nos divorciaríamos pronto... Pero entonces decidí actuar. Después de todo he conseguido a la mujer más bella de la tierra. Ella es un ídolo para más de la mitad de hombres y mujeres sobre la tierra y yo era el único a quien se le permitía dormir a su lado y abrazar sus hombros. Empecé a consentirla con flores, besos y cumplidos. La sorprendía y la atendía a cada minuto. La llené de regalos y vivía solo para ella. Hablaba en público solo de ella. Incorporé cada tema en su dirección. La idolatraba frente a ella y a nuestros amigos. No lo creerás, pero floreció. Se volvió mejor que antes. Ganó peso, ya no estaba nerviosa y me amaba incluso más que antes. Yo no tenía ni idea que ella pudiera amar tanto. Y entonces me di cuenta de una cosa: La mujer es la reflexión de su hombre. Si la amas hasta el punto de la locura, ella se vuelve locura"