Ángelus Novus de Paul Klee.
Abrázame, ¡oh! Ángel, con tus manos sin plumas,Con tu curiosa máscara risueña Que parece ignorar la desgracia.Cúbreme garabato.Tú, que emerges como cómplice de mi propia cruz,Revélame la señal que cargas en tus papiros.
Preságiame tu adiós que logra desintegrar la presencia,Dilucida con tu silueta erguida un símbolo preciso para no decir.
Dame, ¡oh! Pues, tus garras a punto de alterar el silencioY promueve en mi propia comisura el regreso.
Yo que me dirijo siempre hacia afuera buscando el adentro,Yo que pienso en el ser haciendo de tu esfuerzo la ausencia,Yo que trasgredo el tiempo impuesto, la necesidad de crearte,Permíteme lo legible, la resistencia del deseo.
Atíname el destino,Dame tu alteridad para herirme,Para escribirme desde esas vísceras que no pudiste.
¡Oh ángel metafórico!, traficante de mis plegarias,Renueva estas escápulas Que me fui extirpando mientras nacía.
¡Oh, tu ángel, dame tu desaparición!Refléjame la continuidad en tu vacíoY como otro ángel nuevo, Ponme a sonreír entre la nada.Dame el pretexto.