Revista Opinión

Anhelante

Publicado el 28 marzo 2019 por Carlosgu82

Un viaje largo, hacia zonas más cálidas… buscando donde refugiarse de las condiciones miserables que engullen la esperanza con aires corruptos, con muertes, con robos… la desesperanza y el cansancio se hacen notables cuando ni madrugando se siente la ayuda de dios. Trabaja de forma muy curiosa, lenta, y a veces hasta cruel… aun así, en mi no existió nunca el miedo, y la razón por la que quiero partir a las lejanías, traspasando cortantes vientos que azotan a la conciencia no es por intención alguna de escapar del tirano invierno.

Emprendo mi vuelo con alas de un espíritu anciano en un joven cuerpo con plumas abiertas… desgastadas por la ira del tiempo… abandono mi cuna, donde la soledad será más cruda que el invierno en sí, donde no se me tendrá piedad en el estrado… donde tengo que probar que ya he pagado mis años.

Esa noche al llegar a mi destino, volví a ver, volví a sentir con cada fibra de mi cuerpo, respiré del perfume del anhelo, y dejé que dos gotas escaparan del reflejo de mis ojos, y nació entonces una luz en un vació oscuro, tan brillante y bella como la luna misma… nació la esperanza. 

Esa misma noche, nos fundimos, inhalamos ambientes variopintos, y al desfallecer, no había mal dentro de mi… paz al fin.

Algún día Venezuela se levantará…


Volver a la Portada de Logo Paperblog