Revista Cómics
Hace algunos años, hablar de animación en Bolivia provocaba escepticismo hasta en los mismos bolivianos. No obstante, la primera producción de que tenemos registro “Emeterio” data de 1961. Y probablemente esa fecha se sitúe unas décadas antes, si los datos que manejamos son corroborados.
Precisamente la irregularidad de la producción animada boliviana es la que ha provocado esa situación, si tomamos en cuenta que la siguiente realización está fechada a finales de los '70 por Jesús Pérez, sin lugar a duda el animador más prolijo que tenemos, y uno de los pocos que presenta sus producciones con cierta periodicidad.
A principios de los '90 incursiona en la animación la Productora Nicobis bajo la dirección de Alfredo Ovando. Nicobis se convertiría no sólo en pionera, sino también en escuela de una generación de animadores (Reynaldo Lima, Milton Aguilar, David Vargas, y otros.).
Colabora también con otros animadores como el propio Jesús Pérez y Marisol Barragán (La muñeca de maíz, Paulina y el cóndor). Precisamente Marisol Barragán se encuentra en la post-producción de su película “Un abrazo en el Chaco” con su técnica de papel rasgado.
Finalizando la década de los '90, el Grupo Jicha, a la cabeza de Iván Castro, se adentra en el campo de la animación, experimentando con diversas técnicas. En su interior se gesta el Taller de Animación Demiurgo, que a partir del año 2001 viene dictando talleres regularmente.
El año 2003, en el boom de las nuevas tecnologías, la productora Nervio Óptico, liderizada por José Sarmiento, asume la tarea de capacitar de forma sostenida en animación 3D.
Fue el año 2005 que dos miembros del Demiurgo son invitados a ser parte de la ASIFA (Association International du Films D'Animation). Precisamente ese año. Bolivia participa de la celebración del “Día Internacional de la Animación”, convirtiéndose en el tercer país latinoamericano en hacerlo.
A partir de esta actividad, el Centro del Cómic de la Fundación Simón I. Patiño , establece una alianza de la que surgieron iniciativas como el Festival ANIMATEUR y Los Animartes.
A finales del 2008, la Animation Workshop de Dinamarca, que ya había realizado una experiencia de capacitación en Santa Cruz unos años antes, convoca a Nicobis, al Demiurgo y a Escorzo (de Reynaldo Lima) para la organización de un Taller de Animación de largo aliento, cuyo objetivo era capacitar a 20 animadores y becar a 8 de éstos en su escuela. Fruto de este proyecto es el cortometraje “La Abuela Grillo” que será estrenado este 9 de abril en la Cinemateca Boliviana.
Las celebraciones del Día Internacional de la Animación y del Festival ANIMATEUR 2009, fueron aprovechados para reunir a la gente que hace animación.
Poco tiempo después, y varias reuniones de por medio, se organizó la Comunidad de Animadores Bolivianos (CANIBOL) que busca agrupar a todas las personas interesadas en apoyar y desarrollar la Animación en Bolivia. Gracias a ello, se ha logrado tomar contacto con animadores bolivianos en el exterior que aportarán en el proceso, y establecer nexos de amistad con animadores extranjeros.
Precisamente este 29 de marzo se da el primer paso en este sentido. En un convenio entre el Centro del Cómic, el Proyecto de Animación Bolivia – Dinamarca y la CANIBOL, se pone en marcha el Taller de Animación Réplica dictado por los becarios de la TAW. Paralelamente en coordinación con la Cinemateca Boliviana, la CANIBOL organiza el Taller de Iniciación en Maya dictada por nuestro colega guatemalteco Iván Castro Peña. Y para las próximas semanas se planifica la convocatoria al Taller de Desarrollo y Gestión de Proyectos de Animación.
Con estas actividades se inicia la CANIBOL, que requerirá del apoyo y trabajo de todos aquellos quienes quieran aportar a la Animación en Bolivia.
Correo CANIBOL: [email protected]
Web CANIBOL: canibol.org.bo