Animales Fantásticos: los crímenes de Grindelwald, La franquicia vuela bajo

Por Victor Fernández

En esta desenfrenada “Pottermanía”, que abarca las últimas décadas, y que tantos fans acumula, no es extraño comprobar que el tirón de tal mundo mágico siga siendo explotado, tanto por la Warner, como por su autora J.K. Rowling, de manera algo extremadamente alargada. Nos encontramos ahora con la secuela de su primer (no creo que único) spin-off: Animales fantásticos. En este caso lleva por título Los crímenes de Grindelwald, antagonista del filme, que ya apareció en el final de la primera parte (interpretado por un Johnny Depp muy reconocible, en uno de sus clásicos papeles). A nuestro parecer, la película se oscurece bastante respecto a su antecesora, pero también pierde cierta parte de esa magia que hizo de Animales fantásticos y dónde encontrarlos un acercamiento a la aventura más clásica. Podríamos estar, por comparar dentro del universo Harry Potter, hablando de una segunda parte mucho más cercana a la Orden del Fénix, y posteriores secuelas, que a las primeras aventuras del joven mago.

La película comienza con una larga escena, de oscuridad extrema, y efectos digitales recargados, dónde Grindelwald consigue escapar de su custodia. Tras unos minutos iniciales algo mareantes, ya que las escenas de acción filmadas por Yates no siempre son muy acertadas (estaría bien, en ciertos momentos, no marear tanto al espectador, con mil cámaras que no saben ni donde situarte respecto a lo que ves), el filme comienza a cocinarse a fuego lento, introduciéndote a todos los personajes que van a ir componiendo la historia. Grindelwald comienza a reunir seguidores, para alzarse, junto a los purasangres, contra toda criatura no mágica. Mientras tanto, los buenos de la película, entre los que se encuentra un joven Albus Dumbledore (interpretado de manera bastante correcta por Jude Law, que no tenía tarea fácil con tal icónico personaje), intentan enfrentarse a él para frenar tales planes. Para ello, Dumbledore pide a su antiguo alumno y amigo, Newt Scamander (protagonista de la primera parte), que sea él el que acabe con Grindelwald, ya que algo muy secreto y profundo se lo impide hacer al propio Albus.

Sobrevolando este argumento general, la película decide concentrar, en sus dos horas de metraje, una avalancha de argumentos y líneas de personaje que no consiguen otra cosa que la atrofia narrativa de la historia. Los más cercanos a este mundo, sus fans acérrimos, seguramente se encuentren bastante a gusto en este ir y venir de nuevos y antiguos personajes, de nombres, lugares y secretos, pero la sobrecarga de información, el intento de que todos y cada uno de sus personajes tengan una trama principal importante, nos lleva a pensar si estamos ante una sola película o ante mil. Al final del todo, el interés de uno por cada uno de los sucesos que ocurren es bastante nimio, y el aburrimiento se apodera del espectador desde bastante pronto.

En realidad, el problema, es que da la sensación de que tanto su guionista, como el director, no tenían muy claro qué película estaban haciendo. Como ocurre en muchas segundas partes de trilogías, el intento de acumular información, para que todo al final tenga un sentido en su última parte, convierte a la obra en sí misma en un simple folleto, un anuncio alargado donde intentar resumirte rápido y sin mucho cuidado los elementos esenciales de la historia. El problema, además, es que muchos de esos elementos tampoco eran esenciales, o al menos no para esta Animales fantásticos. Casi podríamos decir que muchos de sus personajes y tramas tenían su película propia, pero finalmente decidieron descartar esa idea y meterlo todo de golpe en estos Crímenes de Grindelwald.

Dejando de lado lo argumental, la película tiene ciertos aciertos y atractivos. Volvemos a hallarnos en ese mundo de magia de la primera Animales fantásticos y dónde encontrarlos, que se alejaba de las películas de Harry Potter y que daba algo de aire fresco a la saga (aunque como decía en las primeras líneas, se acerque más a las películas que Yates realizó a partir de la Orden del Fénix). A parte de eso, los más fans se pondrán a saltar con la aparición de lugares y personajes muy emblemáticos. Todo este conglomerado nos acerca a un mundo que muchos añorarán y que probablemente aplaudirán. También con la aparición de cierta clásica melodía. Es decir, el mayor acercamiento a lo que es el Harry Potter original, aunque sea con ciertos detalles, sí que se agradecen y dibujarán más de una sonrisa al espectador, que en algún momento se haya sentido cercano o conectado con este mundo. En su defecto, los que sean simples espectadores, o los que se hayan alejado ya hace tiempo del universo, se encontrarán ante una película de difícil comprensión, de mareo narrativo y de ejecución dudosa. David Yates no consigue imprimir fuerza a muchas de las secuencias de la película y, en ocasiones, su planificación se hace incluso extraña y bastante fallida.

Al menos, a nivel técnico, la película cumple. El diseño de producción es bastante atractivo e impresionante, en algunas ocasiones. En otras, quizá, el efecto de CGI se deja entrever demasiado. Pero, aun así, las reconstrucciones de los decorados, y todo el despliegue de producción, tanto en las escenas de acción, como en las escenas más clásicamente narrativas, son de un atractivo bastante decente. Ese aire noir que adquiere en ciertos momentos (por la época en la que se desarrolla, y por los escenarios elegidos) da cierta gracia al diseño de vestuario y ambientación. Así como la animación de esos pequeños y grandes animales fantásticos que están bastante conseguidos, y quizá sea lo mejor de la película. De todos modos, pero más por un tema de dirección, en muchas ocasiones estos grandes efectos especiales se ven descompensados y arrastrados en una vorágine de escenas borrosas y de poca intensidad. Uno no puede explicarse que llegado el tramo final, donde la historia se supone que explota, el espectador tenga la misma cara de palo que cuando apareció el logo de la Warner en los primeros segundos del filme. La emoción es nula, y eso perjudica un poco a los elementos que pueden rescatarse de la película.

En definitiva, Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, es un intermedio poco conseguido. Con aciertos en su reconstrucción, pero con demasiados elementos como para resultar realmente interesante o emocionarte en algún momento. El reloj seguramente será visitado por el espectador en más de una ocasión, y el poco ritmo que fluye entre sus escenas llevan a un aburrimiento bastante elevado desde los primeros minutos del filme. Aun así, es de seguro que los fans del universo y la saga Harry Potter se hallen en un territorio mucho más conocido, y por ello disfrutable. Quizá no sea una película para todos los espectadores, si no más para aquellos que la esperen con ansias. De todos modos, esos también tienen que tener cuidado, pues, aunque se acerque en ocasiones a lugares y personajes añorados, la película no fluye, y muy posiblemente también se encuentren con esa extraña sensación de estar ante la mitad de un libro que te cierran y no te dejan acabar. Cosas de estas nuevas formas de estrategia y de cómo se ve el cine. Puede que la tercera parte nos sorprenda más, pero por ahora tampoco deja un interés muy elevado por su llegada.

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• ##check## Lo bueno
• El diseño de producción, junto a la banda sonora, práctica, pero efectiva.
  Jude Law como Albus Dumbledore.
• ##times## Lo malo
• La acumulación de hilos narrativos y personajes, que resulta en cierta atrofia narrativa.
  La poca intensidad y emoción que tiene la película, que en demasiados momentos lleva al aburrimiento. 

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• Ambientación 6.5
• Puede que lo mejor de la película. Una ambientación bastante elegante y cuidada.
• Desarrollo de Personajes 3.5
• Bastante torpe y acumulativo. El desarrollo de algún personaje secundario es interesante, pero son tantos que al final no conectas con ninguno de ellos.
• Argumento / Guión 3.0
• La multitud de historias que nos quieren contar dentro de la película están mal hiladas, y provocan el despiste del espectador, ante lo que ve, en bastantes ocasiones.
• Banda / Sonora 6.0
• Una banda sonora bastante decente. La aparición de cierta melodía clásica en un momento determinado de la película levantará sonrisas.
• Entretenimiento 3.5
• Bastante pobre a nivel de entretenimiento. La película apenas tiene garra, y sin ser excesivamente larga, lo parece.
• Montaje / Innovación técnica 5.5
• Como todas estas películas de gran presupuesto, la innovación técnica siempre es un gran punto a su favor. La producción está muy bien diseñada, y el CGI, en la mayoría de las ocasiones, bien ejecutado. El montaje, en cambio, no siempre resulta acertado, con cambios de planos, y escenas de acción poco aprovechadas.

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• Puntuación Total  5 / 10
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Trailer:

Fuente Imágenes: Warner Bros España