Sinopsis Editorial:
Oía su respiración, solo su respiración. Había ratos, incluso días, que ni siquiera existían para él. No había sonidos, no había tiempo, no había vida… En esas ocasiones intuía que llevaba varios días dormido y, cuando despertaba, con frecuencia pensaba que estaba muerto, que por fin había muerto, pero las bridas rodeándole los tobillos y las muñecas le recordaban dónde se hallaba y en qué estado.
Así arranca esta sobrecogedora historia, con el cautiverio de un adolescente que está a punto de ser rescatado por la unidad de intervención de la Ertzaintza.
Cuando los agentes le preguntan cómo se llama, él contesta que es Elías Gazmuri, un chico que desapareció hace siete años.
La agente Eider Chassereau y el oficial Jon Ander Macua tendrán que volver a enfrentarse a la peor cara del ser humano para llegar a la verdad y conseguir que se haga justicia. Pero las cosas se complicarán cuando una persona del entorno de Elías asegure que el chico se trata de un impostor.
Qué ganas tenía de leer esta novela desde que supe que se iba a publicar, sobre todo teniendo en cuenta que (en teoría) es el último de la serie Chassereau y Macua con la que tanto he disfrutado desde la primera entrega. Tenéis en el blog reseña de todos y este sería el orden de lectura de esta serie:
- 1. La sirena roja
- 2. La chica olvidada
- 3. Corazones negros
- 4. La estrella de quince puntas
"Animales heridos" comienza cuando una llamada anónima a la Ertzaintza alerta del paradero un adolescente, aparentemente secuestrado y que al ser liberado dice ser Elías Gazmuri, desaparecido hace más de siete años y al que todo el mundo daba por muerto, incluida su hermana Clara. La sorpresa es tal que el mundo de Clara y Elías se vuelve del revés y mientras ellos intentan retornar a una normalidad familiar complicada de alcanzar, la Ertzaintza intenta averiguar quién lo tenía secuestrado y que han hecho con el durante todo este tiempo.
Aquí entran en juego de nuevo Jon Ander y Eider, que tras el último caso, narrado en "La estrella de quince puntas" hace ya un tiempo que no se ven, porque digamos que Eider tomó otros derroteros (y no digo más). Sin embargo el que Eider fuera una de las personas que rescató a Elías, la conecta de lleno con el caso que llevará Jon Ander porque además, Elías ve en ella a alguien en quien confiar y en quien apoyarse mientras se recupera de las secuelas de su secuestro.
Noelia Lorenzo Pino
Fotografía de
www.diariovasco.com
Sinceramente he disfrutado muchísimo esta novela, me ha gustado cómo aborda Noelia todos los temas más escabrosos que se esconden tras el secuestro de Elías, sin paños calientes, pero también sin regodearse en ello y sobre todo me ha gustado el cambio que he visto tanto en Jon, como en Eider, cambios físicos y también cambios emocionales. Los dos son ahora más abiertos, más directos, es como si no quisieran perder el tiempo dando rodeos innecesarios que les acabarán llevando al mismo lugar.
Sinceramente no sé si es o no el final de la serie. Reconozco que tanto Eider como Jon son personajes a los que les tengo mucho cariño, porque empezar cada novela, es como reencontrarse con alguien a quien ya conoces, pero a veces es mejor finalizar una serie dejando un gran sabor de boca, como es el caso, a seguir tirando de ella continuamente. Con esto no quiero decir que no me leería más casos de esta pareja de Ertzaintzas, porque lo haría sin dudar, pero si este es el final, a mí me ha parecido estupendo.