Abel está a punto de alcanzar un sueño, hacer política de otra forma es posible y él está próximo a demostrarlo. Pero su pasado, Nora, su mujer, guarda un secreto que puede cambiarlo todo, le va a poner las cosas difíciles...
Animales sin collar es una película diferente, de las que se cocinan a fuego lento, en la que el talento visual del director se pone de manifiesto en muchas de las escenas de la película. Se juega con los silencios, con las miradas de los actores, poderosos, todos, con la luz y las sombras.
Es una película para degustar despacio, paladeándola, ... Que habla de política, de las segundas oportunidades y de cómo las cosas pueden volverse contra uno.
Natalia de Molina está brutal, poderosa en el papel de Nora, una mujer en un mundo de hombres que tiene que salir de él si quiere ser ella. Ignacio Mateos también está soberbio en un personaje con muchos matices.
Solo tengo un par de cosas. Los personajes de Felix y Virginia, interpretados con mucha pasión, eso sí, se quedan cojos en el guión. Parece que van a aportar mucho pero al final, sobran, no sabemos porqué están ahí.
Seguiremos a Jota, seguro.
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