¿Sentimos más dolor a medida que nos hacemos viejos o es el dolor el que nos hace envejecer? Esa es la pregunta que se hace un estudio publicado esta semana y que ha demostrado en animales que la vida se alarga de forma sustancial si se desactivan los receptores cerebrales del dolor.En humanos ya se sabía que el dolor crónico acorta la esperanza de vida. La pregunta ahora es si ese dolor no es solo una señal más de los achaques de la edad sino si este acelera además el deterioro de procesos claves para la salud como el metabolismo. Por eso los científicos se han centrado en un receptor del dolor llamado TRPV1.
Esta proteína activa el dolor cuando sube demasiado la temperatura corporal o cuando hay una inflamación, un mecanismo de protección que puede ser esencial para la supervivencia. Pero estudios anteriores también han mostrado que los ratones que no producen esa proteína engordan menos aunque coman dietas muy altas en grasas, equivalentes a la comida basura de los humanos.
El nuevo estudio ha creado ratones mutantes que no producen TRPV1. Esa simple mutación ha rejuvenecido a los animales, alargando además su vida (un 13% en machos y un 16% en hembras). Ese efecto rejuvenecedor parece estar relacionado precisamente con el metabolismo, que, tras la desactivación del receptor de dolor, se vuelve más rápido, eficiente y parecido al de un ratón joven. Los investigadores, que han publicado su trabajo esta semana en Cell, también han demostrado que la desactivación de TRPV1 alarga la vida de gusanos c. elegans más de un 30%.
El trabajo aporta una nueva forma de entender la relación entre dolor, envejecimiento, metabolismo e inflamación, a su vez están relacionados con algunas de las enfermedades más frecuentes en humanos como el cáncer o la diabetes. Se suma así a otros factores que también han demostrado cómo alargar la vida en muchos seres vivos. El hallazgo puede ayudar ahora a buscar formas de desactivar los receptores del dolor específicamente relacionados con su faceta negativa para la salud.
Aunque, como advierten los autores del trabajo, ya existen fármacos capaces de hacerlo que han tenido que ser abandonados por sus efectos secundarios como, por ejemplo, volver a los pacientes insensibles a sensaciones abrasadoras o fiebres muy altas. Al fin y al cabo, el objetivo último del dolor es mantenernos vivos.
Los cadáveres de la Complutense
Esta semana también se ha conocido la rocambolesca historia de los cadáveres donados a la Universidad Complutense para ser usados en lecciones de anatomía. Los cuerpos estaban apilados de cualquier forma esperando a ser incinerados en uno de los departamentos de la Facultad de Medicina. Había hasta 250 cuerpos en pésimas condiciones de salubridad, tal y como reveló El Mundo.
La dirección de la Universidad ha intentado desvincularse de la polémica diciendo que se enteró de ella por la prensa y ha retirado de su puesto al director del departamento afectado, el de Anatomía y Embriología II. Además ha denunciado la situación ante la Fiscalía de Madrid, tras conocer, supuestamente también por la prensa, que la Guardia Civil había intervenido un camión en el que se trasladaban fraudulentamente algunos de los cadáveres.
Elecciones y ciencia
La semana también ha estado marcada por las elecciones europeas, que se celebran este fin de semana. Como es habitual, la ciencia y la investigación no han brillado por su presencia en los debates ni los mítines, aunque la mayoría de partidos sí incluyen propuestas en este terreno. En este sentido, el colectivo Ciencia con Futuro, que fue uno de los grupos más activos en las protestas contra los recortes en I+D, ha publicado un análisis de los programas electorales de los partidos desde el punto de vista de la ciencia.
Además, esta semana algunos partidos se han reunido con el colectivo Carta por la Ciencia que agrupa a rectores de universidades públicas, sociedades científicas, sindicatos e investigadores jóvenes para trasladarles sus peticiones de cara a la nueva legislatura europea. De ellas destaca que el gasto en I+D+i no compute como déficit, una medida que ya ha sido adoptada por países como EU. También se pide llegar al 3% del PIB en inversión en I+D y aumentar el ratio de investigadores por habitante.
Otro evento colateral de la elecciones relacionado con la investigación es la iniciativa de Facebook de incluir el botón “Voy a votar” en las cuentas de 190 millones de usuarios europeos. La red social ya demostró en un estudio que este botón movilizó a miles de votantes en las elecciones de EU.
Un mundo sin antibióticos
En el panorama internacional ha vuelto a destacar el problema de la resistencia a antibióticos. Hace dos semanas la OMS ya alertó de que este es un problema de alcance mundial y dijo que hay un riesgo real de que volvamos a un mundo en el que no haya medicamentos para combatir simples infecciones.
Expertos internacionales reunidos en Londres han asegurado que este problema tiene una magnitud similar a la del cambio climático. Dos de estos expertos urgen a los líderes internacionales a crear un comité internacional equiparable al IPCC que se ocupe de luchar contra la creciente resistencia a los antibióticos actuales y asegurar la creación de nuevos tratamientos.
Puedes leer la investigación en Cell.
ARTICULOS RELACIONADOS
- Alimentos afrodisíacos: ¿Mito o realidad?
- El hombre más viejo del mundo tiene 111 años
- Descubren por qué perdemos recuerdos antiguos
- La memoria perfecta es un mito
- ¿Qué es la enfermedad del beso?