Una vez en el bar, consumiendo -a pesar del paro, la crisis y la prima- para poder así reactivar la economía, pongámonos a discutir sobre las políticas del Gobierno, las actuaciones de la oposición o la clase política en general. Pero en voz alta, que los más de 300 del local nos oigan. Que nos oigan, porque lo más seguro (atendiendo a las cifras) será que haya algún político cerca. En concreto habrá rondando una cifra oscilante de unos 10 políticos por cada 3 bares. Mala suerte sería que en tu bar no hubiera ninguno. Tal vez para apostar por un caballo ganador tendríamos que acercarnos por las inmediaciones del Congreso -la media en los bares de por allí se dispara-.Ya con el grito acusador en medio del bar, sería más que probable que el político (o políticos) de turno que te han tocado ('por derecho') en tu bar te rebatiera o te apoyara en un intento de ganar tu confianza, tu interés o tu voto -según el período de elecciones en el que nos encontremos-.La conversación, y más con el panorama que tenemos, se puede tornar muy que tensa. ¡Tranquilidad! Quien ocupa un puesto político se ha atrevido a interpelarte porque sabe que está seguro. Atendiendo a las cifras, es consciente de que por cada bar habrá aproximadamente un policía -esté o no de servicio-. Así que a seguir con la discusión, hay un profesional cerca que sabrá como detener el conflicto. Eso sí, más de 300 personas son muchas para controlar bajo la atención de una sola persona. Sí, el conflicto puede traer consecuencias físicas. ¡Pero todo está controlado! También habrá un médico por cada bar. Así que grita aquello de '¿hay algún médico en la sala?'... que tendrás por lo menos una contestación positiva. Eso sí, el político no se hace responsable de lo que te cuesten luego los medicamentos que te tengan que recetar.Pero 300 siguen siendo muchos para una sola persona. El caos puede ser total. Si se pasa de los gritos, y de éstos a las manos, sin que policía y médico puedan hacer nada, entonces sí que tenemos un problema. Mucho más si el altercado implica algún fuego o daño estructural en un edificio. En este caso ya no habrá tanta suerte, pues sólo habrá un bombero por cada siete bares. Iniciar un altercado mayor que pueda desencadenar la intervención de los bomberos sería jugársela, pues las cifras ya no jugarían a favor (si es que las de policía y médicos lo hacían antes). Sí, ridículo que haya un bombero para cada más de 2.000 personas. ¿Nos aclaran todas estas cifras algunos problemas actuales tal vez?Pero admitámoslo, en este simulacro teórico el cuerpo político sería el peor parado en este contexto. ¿Por qué si al reducir las cifras parecen tan vulnerables, nos parecen tan poderosos tras la pantalla del televisor?Volvamos a discurtir en los bares. Que los políticos vuelvan a los bares. La discusión debe volver a hacerse con una consumición en la mano y el móvil en el bolsillo, no sin antes preguntar si hay un policía, un médico y un bombero en el local; los políticos -por estadística- seguro que te tocan.Tal vez con esta actuación, por el miedo, por las consecuencias que le puede traer a la clase política, dejan de reducir -aunque sea- en sanidad.135.107 cafeterías-bares en 2011.En España hay 445.568 politicos, 154.000 polícias, 165.967 médicos y 19.854 bomberos.
