Revista Ciclismo

Ánimo Pardi.

Por Rafael @merkabici

Reconozco que hablar en primera persona de lo que uno siente y vive y, escribirlo después, es fácil. Pero es más fácil aún cuando además de todo eso, se habla con el corazón.

Me gustaría retomar mis aventuras y textos en merkabici con algo de lo que, en su momento no hablé, pero ahora, me parece que, finalizando el 2015, es un buen momento para hacer balance, no olvidar a quien no se lo merece y reflexionar que, todo, absolutamente todo, tiene su parte buena en la vida.

Sería lo justo que el incidente que describo, por encima de quejas y de responsabilidades nos pusiese en marcha para ser conscientes, cada vez más, de la importancia de la seguridad de nuestros ciclistas en carrera y que eso, se reflejara en cada organización, desde las escuelas de ciclismo hasta una etapa del Tour.

Cuando volví  de la Vuelta al País Vasco, en mi llegada a Membrilla, estaba nerviosa por poder ir a ver a Sergio. Sabía por su novia, Sara, que estaba bien, tranquilo, en casa y resignado.

Cuando abrí la puerta de su salón y le ví, con las dos manos escayoladas, sentado de forma ortopédica y con los hombros caídos, se me cayó el alma a los pies.

Sergio, se rompió el cuerpo con ese bolardo que ni se inmutó. No se movió como muchos de los que allí estaban. Sergio tenía su cuerpo, su fuerza y su ilusión rota pero el bolardo de la llegada de Bilbao, allí se quedó tal cual.

Empezamos a hablar sobre cómo se vivió su caída en meta. Ése día, estaba yo en meta esperando a los corredores de mi equipo y, Samuel, nada más parar me dijo: “ menuda caída ha habido..” y yo, no me alarmé. Una de tantas, pensé. Pero, pronto el ambiente empezó a notarse diferente…Todo esto, que yo conté a Sergio, supuso para él un paso más en afrontar su situación.

Cuando Sergio, llegó a casa y puso el primer tweet agradeciendo a todos los que se preocuparon por él, no sorprendió. El segundo, fue para mandar fuerza a Pablo Lastras y a Peter Stetina y el tercero hablaba sobre el positivismo, porque como decía él: “ Lo bonito de caerse, es volver a levantarse”.

Vamos por partes.

Lo primero, me quito el sombrero porque aún no te escuchado quejarte de nada ni de nadie. A día de hoy, el 5 de Diciembre de 2015. Y razones, no te faltan.

Lo segundo, acordarte de los demás estando tú con la mitad de tu cuerpo roto, hace que piense que eres un ser extraordinariamente generoso.

Y el tercer tweet, que yo lo leí y dije, bueno, será un quiero levantarme..Pues, tú, Sergio, me hiciste entender que lo que decías, lo hacías con razón cuando me hablaste de aquél corredor que tú no viste salir al día siguiente en el Giro de 2011.

El Giro de Italia 2011 en el que Wouter Weylandt , del equipo  Leopard trek, perdió la vida, lo corrió Sergio. Y me dijo: “ …Yo tengo suerte y me veo obligado a luchar, ése chico, no tuvo la oportunidad de levantarse …” . Ahí Sergio, yo que iba a consolarte, a decirte que te recuperarás pronto, me diste un taconazo en la boca, me callaste con la verdad y no pude decir nada; sólo mirarte con la admiración que te mereces.

pardi 3

Te he visto entrenar en Membrilla desde que eras cadete. Ya desde juveniles, se decía que subías como un tigre. Y subías.

En amateur, remaste y te sacrificaste. Te he visto entrenar con niebla. Salir los días que los cobardes nos hemos escondido por el aire. Peinar la Sierra del Moral y avanzar con tu molinillo por el carreterín eterno de la Vega. Hacer series de la Pilar y en Aldeaquemada los días de calor jienense.

Conseguiste que el Burgos BH te hiciese un hueco en profesionales y ahí empezó todo.

Ése todo, es todo lo que tú eres. Lo que has conseguido es grande y tú eres grande.

Te agradezco desde el alma que me hayas dado una lección de positividad. Porque tu lección es real y física como que el bolardo sigue allí en Bilbao pero, tan en pie como el bolardo, estás tú.

Cuando escribí este post, aún tu objetivo era estar en la Vuelta. No ha podido ser pero, créeme que en la memoria, en la rabia y en el corazón de muchos has estado.

Muchos esperamos con ansia tu regreso en 2016. Porque las quejas y excusas son para los débiles; y la motivación y la positividad del camino,  para los valientes.

Nos vemos en la carretera, maestro.

Foto de La Tribuna de Ciudad Real.

Foto de La Tribuna de Ciudad Real.


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