Aniversario

Hoy hace tres años que me casé. Me gustaría escribir alguna cosa muy romántica, pero reconozco que la fecha me dice más bien poco. Yo soy de esas que se consideró casada el día en que empecé a convivir con mi marido, año y pico antes, y no el día en el que organizamos un sarao (muy íntimo, eso sí) y firmamos un papel. Procuro no decir estas cosas en voz alta porque hay mucha gente que no las entiende y me ponen caras raras, como si estuviera cometiendo un sacrilegio contra la santa institución del matrimonio, pero es así como lo veo.
No recuerdo cómo fue el primer aniversario de boda, ni idea. El segundo sí, mi hijo tenía poco más de un mes, mi marido compró sushi y lo cenamos tranquilamente cuando el bebito nos dió un descanso. Este tercer aniversario lo recordaré como el del postparto sin bebé, que ya es triste... O al menos a mi me lo parece. Esta mañana no me ha venido a la cabeza el aniversario hasta media mañana y creo que si no se lo hubiera recordado a mi marido, lo hubiéramos pasado ambos por alto. De cena, bocadillo de salchichón para él y tortilla de patata para mi. Dejaremos las celebraciones, si nos vemos con ganas, para otro momento mejor.
Ahora mismo no tengo ganas de nada. El Cariban parece que va funcionando y he tenido el estómago algo más asentado. Aunque sigo con un cansancio y un sueño infinitos, todas las horas de dormir me parecen pocas. Afortunadamente, mis padres se están ocupando muy bien de mi hijo y hoy he podido echarme una siesta de dos horas (que si no hubiera sido por los gritos del nene creo que la hubiera empalmado con la noche, eso sí). Y estoy comiendo rico y bien, que falta me hace, porque me he quedado en el chasis.
Un día más cerca de recuperarme del todo, supongo.