Revista Cultura y Ocio
27 de abril de 1976: en Barcelona se estrena por fin la película El gran dictador, de Charles Chaplin, realizada en 1940 como una sátira contra el dictador Adolf Hitler, y prohibida por su homólogo Francisco Franco durante 36 años. A Chaplin, a raíz de la película le hicieron la vida imposible también en los EEUU. Eran los primeros años 50. La época de la Guerra Fría, con un ambiente tremendo de miedo y tensión por causa de la Guerra de Corea. Miedo al comunismo. El Comité de Actividades Antiamericanas, dirigido por el senador MC Carthy, estaba muy activo, buscando comunistas hasta debajo de las piedras: la llamada “caza de brujas”. Y Chaplin se situó con esta película en el punto de mira de la nueva inquisición. Criticar al nazismo, pensarían los del Comité, también podría ser algo característico de los comunistas infiltrados en los países democráticos. Muchos artistas y escritores sufrieron esa persecución. Algunos perdieron sus empleos o no llegaron a encontrarlo nunca. Muchos se tuvieron que ir del país (Chaplin) Algunos no pudieron aguantar la presión y cayeron en el alcoholismo o se suicidaron.