Buff! Parece que va llegando ya el día 31 de diciembre. Acabará este annus horribilis, y podremos gritar “Jumanji” para
que acabe todo y volvamos a la casilla de salida. Porque oye, el añito ha sido de cuidado. Quién te hubiese dicho la que nos venía encima cuando comía las uvas con los amiguetes hace un año, ¿Verdad? Personalmente nunca había tenido tantas ganas de tirar el calendario a la basura o mejor todavía, botarle fuego porque seguro que a ti también te pasa eso de querer llegar al día 31 para quedarte con la satisfacción esa de ver el cartelito ese de “tarea completada” y sentarte en el sillón a descansar. Este año ha sido peor que los trabajos de Hércules. ¡Cielo santo que espantajo! Nos va a resultar raro eso de nos quedemos en casa a ver las campanadas por la tele, con una Puerta del Sol vacía. Casi tan raro como lo que hemos vivido. Pero bueno, es lo que hay. Resignación, suerte de que podamos verlas por la tele, muchísimos no van a poder hacerlo.
Empezamos el año con las risas de “mira que exagerados son estos chinos” aunque después cuando vimos al bicho salir por la puerta gayola y intuimos la que se nos venía encima se nos borró la sonrisa tonta de la cara y empezamos a 
Sólo espero que al final consigamos aprender algo ya que doy por perdido aquello de los tiempos de los aplausos y el “todo irá bien”, entonces pensábamos que la pandemia nos volvería más 
Pero bueno, las cosas vienen como vienen y hay que aprender a jugar en todos los campos. Pensábamos que este año, por eso de ser cifra redonda, sería bonito con juegos Olímpicos y todo. Nos ha salido rana y nos ha tocado vivir algo para lo que no estábamos preparados, nosotros que nos veíamos inmersos para siempre en eso del “mr Wonderfulismo” y la Happycracia que nos obliga a ser felices (¿Dónde está escrito eso que no sea en algún libro 
Empezaremos 2021 con la mirada ilusionada, puesta en un futuro sin bichejo y será posible porque unas personas de bata blanca, a los que antes no hacíamos caso, han conseguido una vacuna que parece efectiva. Pero no olvides que aunque tengamos un arma para la batalla, hasta el último tiro todo es guerra y no conviene confiarse o esto no va a acabar nunca.
Soy optimista, se que si ahora que se puede poner contra las cuerdas a esta maldita pandemia somos capaces de aguantar unos meses cuidándonos un poco, podremos salir adelante… Hagámoslo, por los que nos han dejado, por los 
