Revista Cultura y Ocio
Año 2112. El mundo de Godal Víctor J. Maicas ISBN: 9788492792470Formato: Tapa blanda– 161 Págs.Editorial: Éride Ediciones
¡Buenas a todos!
Ya casi vamos terminando en año y hoy traigo una reseña que tenía pendiente desde hace tiempo. Es una lectura que os resultará un tanto diferente a algunos de vosotros, pero a la que merece la pena dar un pequeño empujón para estas Navidades (y para después)
Para saber más sobre el autor, AQUÍ.
Argumento
A principios del siglo XXII, más concretamente en el año 2112, un viejo y comprometido escritor es acusado de asesinato mientras el planeta Tierra, vejado y maltratado a lo largo del siglo XXI por desidia de unos, y la avaricia descontrolada de otros, ha desaparecido ya casi por completo. Durante el juicio el anciano pensador no sólo será juzgado por el supuesto crimen cometido, sino también por sus ideas y creencias plasmadas en papel a lo largo de su vida, las cuales son consideradas perniciosas y malévolas tanto por el fiscal, como por la moral de la época.
El anciano permanecerá en silencio durante casi todo el proceso y sus pensamientos tan sólo se darán a conocer a través de la lectura de algunos de sus relatos, al tiempo que este rememorará a través de sus recuerdos la degradación sufrida por la Tierra durante el siglo XXI. Y en medio de todo esto, el joven abogado defensor, el cual se debatirá a lo largo del proceso inmerso en las dudas de la culpabilidad o inocencia de su defendido.
Estructura, ambientación y estilo narrativo
La novela se estructura en 26 capítulos, 4 intermedios y varias introducciones y epílogos. Los textos son mayoritariamente cortos, con una media de tres páginas, aunque los hay más largos, sobre todo los referentes a tiempos pasados y las alegaciones durante el juicio.
La ambientación nos sitúa en un mundo futuro, dentro de 100 años. En esta situación hipotética, la Tierra ha sido destruida debidos a los excesos del hombre y solo ha sobrevivido un porcentaje muy bajo de la población, que emigró en naves nodriza, donde se lleva a cabo la vida desde entonces.
El estilo narrativo es culto y muy depurado. Las oraciones utilizadas son bastante largas y los párrafos muy extensos. Esto implica una lectura pausada y reflexiva.
A lo largo de los capítulos intercala escritos de Godal, con recuerdos de años anteriores, así como los alegatos de la defensa y la acusación. De este modo, la historia se va desgranando poco a poco a través de pequeños fragmentos.
Personajes
Los personajes usado son una muestra de los estereotipos sociales más habituales, destacando sobre todo los tres amigos y el abogado defensor.
Godal es el protagonista de la historia, aunque se trata de un nombre “artístico”. Su nombre completo es Godofredo Dalmau (Go-Dal) y se le presenta como un idealista, rebelde y librepensador. Sus escritos muestran básicamente una crítica social, aunque con los años se ha vuelto más fanático al ver como se desmoronan todos sus ideales. Aboga contra el individualismo.
Néstor es el fiscal que le juzga por algo semejante a la traición. Su imagen es la de un “trepa”, escalando siempre en busca de renombre y poder. Es una persona ambiciosa, egoísta, manipuladora y rencorosa. Su motivación son ciertas rencillas de juventud con Godal, tanto personales como ideológicas. Aboga por el individualismo.
Guido es el mecenas de Godal, gracias al cual fue capaz de sobrevivir al cataclismo. Se encontraba desde siempre entre los dos amigos-enemigos. A él le gusta todo, encuentra los puntos buenos de cada una de las dos posturas y quiere mantener la amistad con ambos. Es precisamente esta postura la que le lleva a quedar en medio de una guerra superior al poder de su diplomacia.
Otros dos estereotipos que entran en juego es el del abogado defensor, que parece entrever la realidad pero tiene miedo a manifestarse; y el pueblo llano, manipulado desde la infancia hasta tal punto que son parecidos a ovejas llevadas sin voluntad por los dirigentes.
Mi opinión
Tal vez debería empezar diciendo que es este es un libro de lectura densa y no apta para todo el mundo. Quizás esta frase haga que mucha gente no siga leyendo y pierda el interés, pero por el momento aconsejaría seguir. A mí me llevó unos 4-5 días leerlo, seguramente por lo cortito que es.
Tengo que reconocer que cuando empecé a leer esta novela y me encontré con los manidos términos “la actividad humana está destrozando el planeta, matando sus bosques y contaminando los mares…” lo primero que pensé fue que estaba ante otro de los múltiples “tratados ecologistas” que pretenden hacernos sentir culpables de usar el coche para ir a trabajar.
Nada más lejos de la realidad, ya que estas es solo una excusa para comenzar a hablar de lo realmente importante. El autor nos expone un mundo “post-catastrófico” en el que se ha inundado todo el planeta a excepción de los picos más altas del Himalaya. A raíz de esto, solo las clases más altas han conseguido sobrevivir, emigrando en naves nodriza en órbita sobre la tierra.
Soy una verdadera fanática de la ciencia ficción clásica, aquella que hablaba de política y psicología. Esta novela me recuerda a grandes obras como Un mundo feliz o 1984, lo cual es todo un elogio ya que la primera es una de mis novelas preferidas.
Usando ese mundo que acaba de pasar por una catástrofe, el autor dibuja una sociedad futura llena de manipulaciones y sometimiento. Y lo peor de todo es que aunque pueda parecer exagerada, no resulta imposible en absoluto.
La verdad es que bien pensando, no parece un argumento muy original, ya que se pueden citar varias obras con planteamiento similar. La diferencia con esta es que aquí tenemos una explicación de cómo se ha llegado y precisamente ahí está la creación única.
Me resulta tremendamente inquietante el método de alienación, eliminando a todos los adultos con capacidad de crítica, y dejando solamente a los niños que aun no tienen la madurez para cuestionar ideologías.
Queriéndolo o no, el autor he hecho un análisis sociológico muy interesante, con personificación de los más extendidos comportamientos humanos. Se tratan temas negativos de la condición humanada, como la ambición y la envidia, pero también positivos como el amor incondicional y la solidaridad.
Los personajes que dibuja me parecen muy acertados y muy actuales, con mucha profundidad, ahondando en ellos a lo largo de las páginas y de los apuntes de épocas pasadas.
Me ha gustado especialmente la lectura de textos de Godal que se hace durante el juicio, y las distintas interpretaciones que se le dan. Son textos muy hermosos, en concreto, el elegido para el alegato final de la defensa que se titula “La bondad”.
La historia se desarrolla lentamente, y el lector va atando cabos con retazos de lo que nos permite entrever. El detalle del hombre al final de la sala que se menciona al final de cada capítulo me ha gustado bastante y también la evolución en la mentalidad del abogado defensor.
A pesar de no tener siquiera 200 páginas, considero que ha encontrado la extensión justa. Menos se hubiera quedado corto en muchos puntos, y más hubieran hecho la novela redundante.
El final, que es una de las cosas que más valoro en un obra, me ha dejado totalmente satisfecha. Aunque por desgracia no había lugar para otro desenlace distinto.
No mucho más puedo decir, aparte de recomendarla. Lo cierto es que no estaría mal que se hiciese una lectura conjunta para debatir ciertos puntos de interés (vamos, casi todo). Sin duda sería muy adecuado para un seminario de filosofía y ética.
Eso sí, considero que hace falta una mente lúcida y madura para poder asimilar todo lo que se nos plantea y disfrutarlo como se merece.
Quiero terminar mi reseña con una evaluación que apunta el autor al final del prologo y me parece de lo más interesante. Nos plantea una serie de preguntas que deberíamos responder una vez terminada la lectura.
¿Es realmente Godal inocente o culpable?
Inocente
¿Está usted seguro de ello?
Completamente
¿Cree que el mundo pensaría lo mismo en el año 2112?
Estamos hablando de un mundo manipulado, en el que no se puede apenas creer en nada que no sea lo que la Confederación dice. Así que la sociedad pensará lo que quieran que piensen. Tal como se plantea la situación, los ciudadanos confían ciegamente en la ideología masticada se les da, por lo que para ellos, Godal es culpable de todo.
¿No considera, por un casual, que nuestro sentido común y nuestros actos hasta entonces tienen la última palabra?
Por supuesto, por eso deberíamos todos hacer un análisis libre de influencias de hacia dónde vamos. No creo que sea una nueva noticia si digo que ya vivimos en un mundo manipulado por la información que quieren darnos. Aunque por suerte, aun podemos elegir lo que leemos y lo que pensamos… Solo espero que el mundo no nos lleve a evolucionar de esa forma.