El refranero popular tiene varios dichos dedicados a los años bisiestos, quizá porque nos llaman particularmente la atención por eso de añadirle un día más al mes de febrero. Hay quienes son muy supersticiosos y creen que los años bisiestos traen mala suerte. Si tuviéramos que hacer caso al refranero pensaríamos que algo de verdad hay en ello: “cuando bisiesto el año es, las hojas del olivo se vuelven del revés”; “año bisiesto, ni aquello ni esto”; “año bisiesto, ni viña ni huerto”; “año bisiesto, vende la hoja y quema el cesto”… Pero a estos hay que añadirle el más famoso de todos: “año bisiesto, año siniestro”. Y dice la creencia popular que muchas cosas malas han ocurrido en año bisiesto y se olvidan que también han sucedido cosas buenas, desde simples anécdotas hasta hechos históricos que han cambiado el mundo. ¿Acaso no pasan cosas buenas y malas todos los años? ¿Por qué recordar solo lo malo de los bisiestos? Repasemos algunos acontecimientos positivos que nos hagan dudar del viejo dicho.
Revista Tendencias
El refranero popular tiene varios dichos dedicados a los años bisiestos, quizá porque nos llaman particularmente la atención por eso de añadirle un día más al mes de febrero. Hay quienes son muy supersticiosos y creen que los años bisiestos traen mala suerte. Si tuviéramos que hacer caso al refranero pensaríamos que algo de verdad hay en ello: “cuando bisiesto el año es, las hojas del olivo se vuelven del revés”; “año bisiesto, ni aquello ni esto”; “año bisiesto, ni viña ni huerto”; “año bisiesto, vende la hoja y quema el cesto”… Pero a estos hay que añadirle el más famoso de todos: “año bisiesto, año siniestro”. Y dice la creencia popular que muchas cosas malas han ocurrido en año bisiesto y se olvidan que también han sucedido cosas buenas, desde simples anécdotas hasta hechos históricos que han cambiado el mundo. ¿Acaso no pasan cosas buenas y malas todos los años? ¿Por qué recordar solo lo malo de los bisiestos? Repasemos algunos acontecimientos positivos que nos hagan dudar del viejo dicho.