Año nuevo con Águila Roja

Lo que tienen estas fiestas navideñas, además de comer hasta hartarte, es que tienes tiempo para descansar y ver nuevas series, y como ahora estamos de parón, he tenido la oportunidad de empezar 'Águila Roja'.
La verdad es que tampoco me llamaba demasiado la atención pero tenía curiosidad por ver como era, sobre todo porque me recordaba (al menos en la vestimenta) a un juego muy bueno, del que ya os he hablando un par de veces, 'Assassins Creed' (deseando estoy de poder pillar 'La hermandad').
Me piqué tanto que ya he visto la primera temporada entera, y mira que los episodios son largos, una horita cada uno, pero la verdad es que no están nada mal, bien es cierto que en algunos detalles me recuerda a Altair (protagonista del juego 'Assassins Creed I'), pero nada tiene que ver con el juego. Es cierto que en estos casos me sale la frase que cualquier español ha dicho en algún momento, "para ser española no esta mal", y es que ésta serie me ha sorprendido, quizás porque tampoco esperaba mucho de ella.
Águila Roja (David Janer), un hombre movido por la venganza, mataron a su mujer y desde entonces vive por y para vengar su muerte, lo complicado es que además de defender a los inocentes también tiene una familia a la que mantener, vamos una doble vida cual Batman, cuando no es Águila Roja se convierte en Gonzalo un profesor respetable al que todo el mundo aprecia, y como buena serie española que es, no podía faltar el personaje humorístico, Sátur (Javier Gutiérrez), el Sancho Panza de nuestro protagonista.
Lo negativo que le saco a la serie, es que para estar ambientada en el siglo XVII, no es que se utilice un lenguaje muy adecuado para la época y alguna que otra interpretación algo forzada, como le pasa a veces a Inma Cuesta (Margarita), pero pasando esto por alto el final de la primera temporada me ha dejado contenta, lista para empezar la segunda y descubrir más acerca de la familia de Gonzalo, al parecer más cerca de lo que se pensaba.