¡Hola a todos!
¿Qué tal os ha ido estas vacaciones? Cada vez falta menos para que tengamos que volver a la rutina, pero algunos afortunados todavía podemos disponer de unos días más :P. Espero que hayáis despedido al año como se merece y que lo hayáis pasado muy bien, ya sea de fiesta, con vuestra familia o viendo el especial Nochevieja.
Hace ya más de dos semanas que no publico absolutamente nada en el blog, e incluso he temido que no me fuese a dar tiempo a volver por estos lares y tuviese que cerrar el blog. Como todos hacen, yo también me he propuesto cosas este año nuevo que ha entrado. A diferencia de los demás no me he propuesto perder peso o dejar de fumar, sino volver por aquí. Volver a compartir mis opiniones de libros y películas con vosotros y poder pasar más tiempo en vuestros blogs , que ya lo iba echando de menos.
Por ahora, y como ya me pasó en verano, tengo un montón de libros por reseñar y un montón de ideas para subir entradas, además de que todavía tengo que enviar los paquetes de los ganadores de los concursos de octubre (esto ya me da hasta vergüenza... menos mal que las pude avisar de que tardaría bastante en enviarlos). También tengo que continuar con el reto "Si en el fondo somos clásicos", que lo dejé apartado en verano, y aunque haya leído después un par de clásicos no les he dedicado una entrada.
Como ya ha hecho todo el mundo, me gustaría dejaros una especie de balance de mis lecturas en este año; explicar un poco cuáles son los libros que más me gustaron y los que menos, y por qué. ¡Espero que os guste y ya me contaréis si coinciden!
Este año parece que me ha dado por leer otro tipo de libros. Desde que abrí el blog la mayoría de los libros que solía leer eran más juveniles, de aventuras y de romance. Pero ya os conté que con el tiempo me fueron pareciendo todos un poco iguales, y que por eso empecé a leer otro tipo de libros. Así que han ido apareciendo por el blog otro tipo de novelas, dirigidas, supongo, a un público más adulto (en realidad, como sabéis, me gusta leer más bien de todo, desde cuentos para niños hasta clásicos, pasando por juvenil. Como que me da igual, vamos). Así, este año he podido descubrir algunas joyitas juveniles, como es el caso de Por trece razones, pero también he tenido ocasión de leer (por fin) a Ken Follet con La caída de los gigantes. Luego están esos libros que no sabrías muy bien dónde encuadrar, pero que también me mantuvieron pegada al libro. Ese es el caso de Bajo la misma estrella, que cosechó muy buenas críticas por toda la blogosfera por motivos obvios, y La lección de August, de la misma editorial, que también me dejó encantada.
Este año también he podido continuar sagas o trilogías que tenía a medias y que estaba deseando poder seguir, como por ejemplo Las pruebas, la segunda parte de El corredor del laberinto, que ha terminado siendo, si cabe, mejor que la primera. O El pacto de las cinco montañas, tercer tomo de la pentalogía La Horda del Diablo. Pero si tengo que nombrar un libro que me ha sorprendido especialmente, ese ha sido Félgora y el secuestrador de sueños, que tampoco sabría muy bien decir si es más o menos juvenil, pero que te transporta a un mundo del que no querrías salir.
También ha habido, gracias a Sasy y su reto Si en el fondo somos clásicos, cabida para un par de libros que de otro modo no me habría dado por leer, como Nuestra señora de París o Niebla, que aún no está por el blog pero que estará pronto. También pude leer por fin El retrato de Dorian Gray, que para mí suponía un libro que siempre quería leer pero que nunca leía.
Pero no es oro todo lo que reluce, porque también he habido tiempo para libros difíciles. No siempre encuentras un libro que te guste y en este año varios han sido los que me han dejado con un mal sabor de boca. Para mí fue un espanto tener que leer el libro de Amanda Hocking, Instinto, que me pareció más una mala copia de Crepúsculo que una novela en condiciones. Pero tampoco me gustó nada Solo. Una historia dos puntos de vista, que me trasmitió una sensación de rapidez y descuido por parte del autor.
Pero a grandes rasgos, este año he podido leer muchos libros que me han gustado mucho. He descubierto a nuevos autores, como es el caso de Salva Rubio con su novela Zíngara: buscando a Jim Morrison y nuevas formar de sacar una historia del papel con La estrategia del parásito.
Pero el libro que más me ha gustado y que más tiempo permanecerá en mi memoria es La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio G. Iturbe. Sencillamente, esta novela me encantó.
¿Y vosotr@s? ¿Qué es lo que más os ha gustado este año? ¿Y lo que menos? ¿Qué tal fue vuestra Nochevieja? ¡Nos leemos!
Poy