En estos días tan propicios para las recapitulaciones, revisiones y recopilaciones, parece inevitable volver la vista atrás y echar una ojeada a lo que ocurrió durante los últimos meses (no seré tan pretencioso como para hablar de la última década). Ya que lo hacen en todas las televisiones, radios, periódicos, blogs, no he querido faltar a esta cita recurrente y, por qué no, un tanto tópica.
No seguiré ningún orden lógico o preestablecido (ni temporal, ni de importancia), sino que iré repasando cosas ocurridas más o menos recientemente (según la escala de cada cual). Y lo primero que me viene a la mente es el cambio de rumbo político habido en el seno del gobierno de esta gran nación, que pasó, casi sin solución de continuidad, de defender una política social basada en la inversión pública, a otra de recortes y ahorros... y todo por satisfacer a unos señores a los que nadie conoce, que controlan algo, que nadie sabe muy bien qué es, llamado "los mercados".
En la misma línea, recuerdo también que alguien convocó una huelga general que casi nadie siguió... y nadie convocó una serie de ciberataques contra ciertas webs, que tuvieron bastante seguimiento. Cosas del mundo 2.0 en que nos está tocando vivir... Mucha gente asociamos ambos hechos, pedimos reflexiones, pero nadie de los que realmente importan (mandan, quiero decir) parece haber escuchado.
Cambiando un poco de tema, éste fue el año del hecho sin duda más trascendente de la historia reciente de España: ganamos el mundial de fútbol. Un hecho insólito, único hasta el momento, que aportó el beneficio de distraer y a la vez unir, por una vez en la celebración (y no en la reivindicación como suele ser habitual), a todo un país; que trajo también una exaltación de la bandera como no habíamos visto en los últimos cuarenta años, con la diferencia de que esta vez surgió de abajo a arriba y no al revés. Siguiendo con el deporte, Nadal ganó casi todo lo que se propuso ganar, Contador también y Eufemiano Fuentes lo mismo.
También recuerdo que Garzón perdió, que Grecia se hundió, que BP pintó de negro un buen trozo de la costa de los USA ante la inacción general, que una panda de controladores bloquearon un país, que Euskadi sigue con un Lehendakari no nacionalista, que le dieron el premio Nobel de literatura a Vargas Llosa, que Wikileaks nos contó lo que los americanos piensan de nosotros, y que por fin viajé a NYC y cambié mi tele.
Por otro lado, Iraq y Afganistán siguen llenos de mierda (mierda americana, para más señas), Haití también (aunque aquí la mierda está más repartida), ETA no desapareció (al menos hasta hoy), la TDT se ve peor que la tv analógica, no enderezamos la economía ni a los bancos, no bajó el paro, no retrasaron la edad de jubilación (aún), no se rompió España (Ceuta y Melilla siguen siendo ciudades españolas y Gibraltar, inglés), Google no se compró el mundo, la Pantoja no entró en la cárcel y no se murieron ni Jorge Javier Vázquez, ni Aznar, ni Castro, ni Bush, ni Teddy Bautista.
Por último, y sin duda también menos importante, para evitar terminar con un regustillo amargo, recuerdo que 2010 fue el año en que comencé este blog.
Sed buenos el año que viene... o no.
Si te ha gustado el post, te agradecería que lo votaras aquí:
Relacionado:
Fobias: todos tenemos alguna
La escopeta nacional
Buenos deseos para el curso que empieza