A un año de la reunión de los artistas con el gobernador Carreras y aun no pasa nada
Por: Miguel Ángel Rivera (especial)
¿Por qué no debemos apoyar más al secretario de Cultura, Armando Herrera?
Al menos esa es mi percepción, Armando Herrera no merece más el apoyo de la comunidad artística, ¿por qué? Este 21 de enero se cumplió una año de la reunión de la comunidad artística de San Luis Potosí con el gobernador Juan Manuel Carreras López, convocada por el secretario de cultura, aún recuerdo la cara de extrañeza con que nos mirábamos unos a otros. La maestra Rosa Luz Marroquín burlándose de que en la Secretaria de Cultura no se habían dado cuenta que las posadas ya habían pasado y estaban realizando una, casi a finales de enero de 2016. Aunque los ánimos era encontrados, por primera vez en años se logró reunir a un buen número de miembros de la comunidad artística, que ha sido difícil para establecer un diálogo en beneficio común, había desde estudiantes hasta maestros de la vieja guardia, todos con la expectativa de lo qué se diría, y cuál sería el motivo para el que se nos convocó.
Que pasó un año después, ocurrió que después de esa “posada”, Armando Herrera logró afianzar empatía con algunos miembros de la comunidad, porque después de esta reunión siguió apareciéndose para tomarse una copita y la foto en cuanto evento fue posible, incluso el gobernador la acompañó a algunos eventos, ya que Armando había logrado una especie de armonía a su alrededor, que no se había percibido antes alrededor de ningún secretario de Cultura, era común verlo riéndose, incluso dando su número de teléfono personal a cuanto curioso se le acercara y dando citas a diestra y siniestra, y diciendo que sí a cuanta propuesta se le exponía, su respuesta era: “sí, vamos a verlo, sí, vamos a hacerlo”, y esto lo digo también por experiencia propia, pero en algún momento todas las promesas o ideas tenían que materializarse, ¿no?, pero ¿qué paso?
Primero, pasó que para formalizar la cita había que hablar con la “portera” de la SeCult, Cecilia Gallegos, una mujer a la que el secretario Herrera le brindó poder y opinión de más, una mujer que al mismo tiempo que trabajaba en equipo con Armando Herrera para tapar el paso a María González, directora del Museo Laberinto, rumbo a la Secult, desde las oficinas del PRI, al mismo tiempo coqueteaba y organizaba reuniones para la entonces candidata Sonia Mendoza en las oficinas del PAN con mujeres, con medios, presumiendo que si el PAN ganaba, ella sería la secretaria de Cultura.
Con ese “modus operandi” Cecilia Gallegos se instaló como secretaria particular, asesora y fiscal de hierro que se interpone entre Armando Herrera y quien quiere hablar con él, y a mi parecer, ha formado parte de los primeros roces con la comunidad e incluso con gente cercana al propio Armando, o quizás están jugando al “policía malo y policía bueno”, para el caso tampoco funciona.
Posteriormente, Armado Herrera se pasó pregonando por todos lados que no había presupuesto, y se pasaron casi seis meses en ese juego, y cuando finalmente llegó desapareció, hicieron un festival de la ciudad muy mediano, pero sobre todo con una pésima difusión, la crítica fue tal que se le comparó con el Festival de la Cantera organizado por el Ayuntamiento y a pesar de tener encima un desfalco de 5 millones de pesos desaparecidos durante la administración de Mario García, han presentado eventos más exitosos que la dependencia estatal, eventos populares que no culturales, vale la aclaración.
La Secult enfocó sus esfuerzos a invertir los pocos recursos en festivales “que venían de México”, un cuento chino que se sacaron de la manga para realizar fuertes inversiones que favorecieron a Laura Elena González, Manuel Gameros y Armando Herrera, como La Muestra Nacional de Teatro, el Encuentro Nacional de Novela Negra y La Fiesta del Cine, llevándose casi el 40% de lo que tenían para inversión, fomento, etc., en tres eventos, que cabe señalar, sólo tomaron como sucursal a San Luis Potosí, pues da lo mismo si se realizaba en cualquier contexto, ya que son festivales pre armados y que no consideran a la comunidad local y por tanto no afectan ni benefician sustancialmente el sitio donde son presentados. Con esos recursos bien se pudieron haber realizado acciones de impacto en beneficio de San Luis y los potosinos, tanto educativos como de promoción y fomento.
Cuando reaccionamos ya era octubre, y de agosto a octubre se terminó el presupuesto y otra vez comenzó la cantaleta de la falta de recursos, pero se vio potenciada cuando se anunció un recorte a nivel federal entonces se preveía que fuese del 30%, pero terminó siendo de casi el 70%, dejando a Armando Herrera sólo con presupuesto para su abultada nómina, algunos críticos señalan como responsable de la pérdida presupuestal a Manuel Gameros.
En noviembre tuvimos un desacuerdo con el secretario, ya que en una carta mañosa se estableció como requisito para participar en el certamen de Artes 20 de Noviembre, el deslinde la Secult de toda responsabilidad sobre la obra durante el tiempo que estuviese en su posesión, le solicitamos en una reunión que la carta quedara sin efecto, y se negó; lo pedimos por escrito, y se volvió a negar; entregamos un oficio al gobernador Carreras y publicamos en la prensa nuestra petición y finalmente accedió, es decir, no le importó el diálogo pero sí la presión pública mediática y quedó expuesto como un acto socarrón del cual, al final, tuvo que recular.
Armando Herrera ha demostrado además debilidad antes las redes sociales, pues así le corrieron a Octavio César de la Dirección de Publicaciones y a Rodolfo Acevedo del Museo del Ferrocarril. De verdad falta espacio para enumerar los graves errores de un año, al final se suma el exceso de protección para Laura Elena González y el Centro de las Artes con sus infinitas broncas laborales, falta de pago puntual a maestros y las broncas con la rescisión de contrato de la maestra Alejandra Mendoza, que sirvió para destapar varias coladeras, hasta terminar exponiendo a los directivos del Centro de las Artes en un audio donde se refiere de forma despectiva a los alumnos pobres. ¿Quién manda en la Secult? ¿Cuál es el rumbo? ¿Hay objetivos? ¿Con quién se puede hablar que sí pueda resolver y decidir?
En una última charla que tuve con el recién fallecido pintor y maestro Jesús Ramos, me dijo: “Ese Armandito no entiende, es cuate, no, no cuate, es mi amigo, más que amigo, ya le dije que la comunidad no está contenta, pero no agarra la onda”.
De nada sirvió la reunión cordial con el gobernador Carreras, solo se utilizó a los creadores como elemento escenográfico y he descubierto que sólo nos quieren para tomarse la foto con nosotros cuando nos va bien por cuenta propia o cuando morimos. A un año de la reunión de artistas con el secretario de Cultura, solo puedo decir, en conclusión, que Armando Herrera demostró a lo largo de un año que sólo tiene un talento y que se les está acabando y ese es: caer bien.