Esta tarde anochece
la turbulencia de bocas
ese girar la desnudez
con que se tocan dos cuerpos:
poemario sin palabras.
en los labios
en la lengua
en el pezón
de un deseo que se degusta
a la orilla
(insaciable de toda la ternura)
donde las humedades
se hacen rios
luego mares
luego océanos
de cosas indecibles.
Ana Ma. Greene M.