Revista Cultura y Ocio
ANOCHECER DESDE LA TERRAZA
De un color violeta, a contra luz,
la montaña pelada junto al mar
parece una cabeza de caballo
a medio sumergir.
Contemplo las tres manchas más claras que descienden,
la mujer y dos niños.
Atraviesan los tres, volviendo a casa,
las olas transparentes del crepúsculo.
los niños van delante y corren,
y señalan el mar, tan grande como el cielo,
con barcas como insectos pegados a un cristal.
La oscuridad, de pronto, se ha vuelto más intensa:
No se separan de ella, tienen miedo.
Las primeras lecciones sobre el vértigo.
Joan Margarit
De su libro Cálculo de estructuras