“Sin vosotros, no soy nada”, les dijo Rubalcaba en tono mitinero a los suyos, cuando le cantaban el “Sin ti, no soy nada” de Alejandro Sanz. De gracieta a gracieta, ciudadanos muy, pero que muy cabreados y, agrupados en torno al grupo de activistas “Anonymous”, reaccionan con el vídeo del vicepresidente en una página en la que piden que “no les votes”. Pero ni a unos ni a otros: ni a socialistas ni a populares. Y han reaccionan, iniciando una campaña denominada “Operación V de Votaciones”, en la que animan a los ciudadanos a no votar a los grandes partidos e inclinarse por las formaciones más pequeñas con el objetivo de tumbar el bipartidismo. En una serie de carteles y en un comunicado, señalan los motivos de su campaña: corrupción, paro, venta de armas, censura... Y, dos días antes de las elecciones, tienen la intención de realizar ataques DDoS.
La plataforma sin líderes ni portavoces, con voz, pero sin cara (una legión de ciberactivistas movilizada en la Red que lucha por la transparencia, la libertad de expresión y los derechos humanos) está decidida a no apoyar al PSOE, PP ni CiU, los grupos que votaron a favor de la Ley Sinde. Y, desde su web, pide que no se vote porque los grandes han pactado –dicen ellos– “la censura en internet”, porque votar PSOE es votar “a la corrupción”, a la censura al bipartidismo… Anonymous, que ha pedido prestada la máscara al líder de “V de Vendetta” (película que narra la historia de Evey, una joven de la clase trabajadora que es rescatada de una situación de vida o muerte por un misterioso enmascarado conocido como V, un hombre sumamente complejo, instruido, extravagante, tierno e intelectual, que dedica su vida a liberar a los ciudadanos de las garras de aquellos que les someten mediante el terror), dice a los ciudadanos que deben escoger al partido más pequeño y votarle. Un voto de castigo a los que nos gobiernan y a los que quieren gobernarnos pero con las mismas reglas.
“Después de días, meses y años de bipartidismo político del PSOE y del PP –informa dicho grupo–, después de conocer sus mentiras en Wikileaks, el apoyo a la guerra y la venta de armas a regímenes dictatoriales como Libia o Egipto, el ataque contra la libertad de expresión, aprobando la Ley Sinde con el apoyo del CiU, después de ver que la corrupción por parte de los políticos y empresarios no desaparece, de superar los cuatro millones de parados y arruinar el futuro de la juventud con contratos basura, además de estar a la cola de Europa en materia de educación, después de observar, impotentes, los graves recortes sociales, la censura por parte de medios de comunicación públicos, la despreocupación por el medio ambiente, los incompresibles despilfarros de dinero público destinados al cine y otros, después de todo esto y mucho más, algunos de nosotros nos preguntamos ¿cuándo nos rebelaremos de una vez?”.
Revista Opinión
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