Añoro tener la sensación de no dormir en toda la noche, aunque a la 1:00 estuviera más que frito. Añoro las punzadas en la barriga imaginando paquetes de colores de diversos tamaños. Añoro excitarme cada vez que oía un ruido en la noche, aunque fuera tres días antes de Reyes. Esa era la señal de que algún paje me estaba espiando, a ver si realmente hacía la cama, o sólo estiraba la colcha por encima.
Añoro los maravilloso años en los que crecí en la más absoluta de las felicidades, repleto de mimos, niño consentido, teniendo todo lo que quería. Porque aunque los Reyes había veces que no traían lo que había pedido, mis padres me explicaban minuciosamente que aquel libro, el pupitre de madera o el juego de cuentas y sumas que me había traído era mejor que el Scalextric molón que había soñado. Y yo, convencido, le veía su punto positivo. Había un contubernio entre mis padres y los Reyes que no entendía, pero que me molaba sentir.
Desde principios de año me he pasado los días recordando el ayer, las sensaciones, los momentos, los sabores y olores de la infancia. He descubierto un blog maravilloso que les recomiendo encarecidamente que se llama www.yofuiaegb.com, apto solo para mayores de 30 años, donde la nostalgia está presente. Y cada vez que lees una entrada nueva, te arranca la sonrisa, el “ostia, yo tenía ese juguete, era la caña”, las canciones del ayer, los libros del ayer. Los juguetes del ayer.
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No creo que el tiempo pasado fuera mejor, pero hay cosas que echo de menos. Pero no añoro el 6 de enero, porque sigo sintiendo punzadas en el estómago, nervios antes de dormir, cumplo fielmente todos los rituales. No me importa que ya esté talludito, este es mi día, y no me lo va a cambiar nadie.
Gracias a “mi espíritu aventurero” como diría la Secretaria de Inmigración Marina del Corral, este año no pasarán los Reyes por mi casa, porque no tienen ni un duro, ni un peso, ni un euro. Y los entiendo. Y no dejo de tener algo en el estómago. No se si es tristeza o indigestión. O la esperanza de que el año que viene, los Reyes sean más benevolentes no conmigo sólo. Si no con todos los que se lo merecen.
