"La vida es el tiempo que hace. Son las comidas. Los almuerzos en un mantel azul a cuadros sobre el cual hay sal vertida. El olor de tabaco. Queso brie, manzanas amarillas, cuchillos con mango de madera".
Si hace unas semanas os hablaba de una breve historia de un matrimonio cuya apariencia idílica era eso, apariencia, hoy os hablo de una historia con muchas similitudes en cuanto al argumento, pero de calidad notablemente superior. "Años Luz", fue publicada en 1.975. En 2.013, la Editoral Salamandra ha rescatado esta obra de Salter. La novela cuenta, en cerca de 400 páginas, veinte años de la vida de los Berland, un matrimonio aparentemente modélico. Viri es un arquitecto de vocación. Nedra una mujer elegante con marcado carácter. Tienen dos hijas a las que adoran. Forman una familia de clase media-alta que vive en las afueras de la ciudad al norte de Nueva York, rodeados de naturaleza y con vistas al río Hudson. La pareja disfruta de sus hijas, de su vida, de sus amigos Arnaud, Robert y Peter, con sus respectivas parejas. Pero pronto veremos que no es oro todo lo que reluce.En esta historia no sucede nada extraordinario. Sin embargo, no puedes dejar de leer. A través de capítulos cortos, muchas veces inconexos, el autor juega de forma sutil con el lector y le invita a leer entre líneas.
Quien decida asomarse a este título, descubrirá en él un estilo sencillo y elegante, rico en léxico, extenso en cuanto a las maravillosas descripciones de los ambientes. Igualmente, encontrará algunas vueltas al pasado impregnadas de nostalgia, de melancolía. El lector descubre poco a poco lo que en su día fue esa relación, y es testigo de cómo va cambiando inexorablemente con el paso del tiempo.
Salter muestra, y lo hace con gran destreza, el paso de los años y el desgaste emocional de unos personajes que cambian, evolucionan, que buscan la felicidad. Unos personajes que, al final de la historia, se encuentran a "años luz" de lo que fueron al principio de la misma.
"Parecía que todo lo que había conocido y leído, sus hijas, sus amistades, cosas que en algún momento habían sido dispares y discrepantes, se había aquietado por fin y hallado sitio en su interior."