Another Earth: El encuentro con uno mismo

RICHARD BERENDZEN:
It would be very hard to think "I am over there" and "Can I go meet me?" and "Is that me better than this me?" "Can I learn from the other me?" "Has the other me made the same mistakes I've made?" Or, "Can I sit down and have a conversation with me?" Wouldn't that be an interesting thing? The truth is, we do that all day long every day. People don't admit it and they don't think about it too much, but they do. Every day, they're talking in their own head. "What's he doing?" "Why'd he do that?" "What did she think?" "Did I say the right thing?" In this case, there's another you out there.

Rhoda Williams es una joven de 17 años que se encuentra festejando con sus amigos porque fue aceptada para ingresar al MIT. Esa misma noche, un nuevo planeta idéntico a la Tierra es descubierto, al que denominan Earth 2. Mientras escucha esta noticia, tras la fiesta ella tiene un accidente, estrellando su automóvil contra el del compositor John Burroughs, resultando en la muerte de su esposa embarazada y de su hijo. Al ser menor de edad, Rhoda va a prisión solo 4 años y por protección su identidad como responsable no es dada a conocer públicamente.

Durante estos 4 años los científicos descubren que Earth 2 es un reflejo exacto de la Tierra, con versiones idénticas de los mismos habitantes, aunque la sincronía entre ambos planetas se rompió al momento de que ambos se enteraron de la existencia del otro. Debido al estado psicológico actual en el que se encuentra Rhoda, ella decide participar en un concurso para emprender un viaje hacia el nuevo planeta.

En el transcurso de todos estos hechos, Rhoda accidentalmente termina trabajando como servicio de limpieza en la casa de John Burroughs, quien se encuentra aún devastado por la pérdida de su familia. Ambos terminan desarrollando una amena relación, aunque a raíz del hecho que John ignora el papel que Rhoda jugó para la tragedia que cambió su vida.

Este escenario de ciencia ficción que nos presenta Another Earth funge como metáfora del estado interior de Rhoda, siendo una externalización del remordimiento que la acongoja por los errores que ha cometido, permitiendo que su confrontación consigo misma sea una posibilidad literal.