Es una etapa del desarrollo durante la cual el niño experimenta ansiedad cuando se separa de la persona que le brinda cuidados en primera instancia (generalmente la madre). Es normal que se presente a los 8 meses de edad y puede durar hasta los 14 meses. Entre los 4 y 7 meses, los bebés desarrollan el sentido de permanencia de los objetos y aprenden que las cosas y las personas siguen existiendo aunque ellos no las vean.
A medida que los niños se desarrollan experimentan diferentes emociones, por lo general, en una secuencia relativamente predecible. Antes de los ocho meses, el mundo es tan nuevo para los bebés que tienen poco conocimiento de lo que es común y de lo que puede ser peligroso, por lo que las nuevas situaciones o experiencias parecen habituales, no atemorizantes.
En el desarrollo normal, este período inicial comprende el establecimiento de familiaridad con el ambiente del hogar y una sensación de seguridad y bienestar cuando los padres u otras personas encargadas de cuidarlos están presentes. Después de este tiempo de familiaridad, a menudo se produce temor debido a que el niño reconoce que algo poco común está sucediendo.
Entre los 8 y 14 meses de edad, los niños experimentan miedo a menudo, cuando conocen personas nuevas o visitan nuevos lugares. Ellos reconocen a sus padres como familiares y seguros. Cuando se separan de ellos, particularmente cuando están lejos del hogar, se sienten amenazados e inseguros.
La ansiedad por la separación es una etapa normal del desarrollo. Ayudaba a los ancestros a mantenerse vivos y ayuda a los niños a aprender a dominar el ambiente. Por lo general, finaliza alrededor de los 2 años de edad, cuando los niños que empiezan a caminar comprenden que los padres pueden estar fuera del alcance de su vista, pero que van a regresar. A esta edad, igualmente, se presenta un deseo normal de probar su autonomía.
La resolución de la ansiedad por la separación depende de un sentido adecuado de seguridad y confianza en personas distintas a los padres, la confianza y seguridad en su entorno y la confianza de que los padres van a regresar.
¿Todos los bebés sienten ansiedad por separación?
En determinadas etapas, la mayoría de los bebés o niños pequeños muestran verdadera ansiedad y desconsuelo ante la posibilidad de estar separados de su mamá o de su papá. Si piensas en la ansiedad por separación en términos evolutivos, tiene sentido: es natural que un bebé indefenso se sienta angustiado al estar separado de la persona que lo cuida y lo protege.
En cierto modo, las actitudes respecto a los bebés y las separaciones son culturales. Los países occidentales tienden enfatizar la autonomía desde una edad muy temprana, pero en muchas otras culturas los bebés casi nunca se separan de su madre en su primer año de vida.
En todo caso, esta etapa normal del desarrollo es frustrante tanto para los bebés como para los padres. Afortunadamente, esta ansiedad pasará y hay maneras de hacerla menos difícil. Mientras tanto, disfruta con la seguridad de que, para tu hijo, tú eres lo más importante del mundo.
¿Cuándo sucede, por lo general?
Los bebés pueden mostrar señales de ansiedad por separación a un edad tan temprana como los 6 ó 7 meses, pero la etapa crisis para la mayoría es entre los 12 y los 18 meses. Por lo general, la ansiedad por separación ocurre cuando tú o tu pareja dejan a su hijo para irse a trabajar o a hacer algún mandado. Los bebés también pueden sentir ansiedad por separación en la noche, acostaditos en su cuna, con mamá y papá en la habitación contigua.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé a superarla?
Hay varias opciones disponibles para los papás:
Opción I
Minimiza las separaciones lo más posible y lleva contigo a tu bebé si parece sentirse angustiado. Con esta opción, básicamente estás esperando a que tu bebé crezca lo suficiente para superar esta etapa.
Opción II
Si tienes que dejar a tu bebé, por ejemplo para volver a tu trabajo, trata de dejarlo con personas a quienes conozca bien, como su papá, abuela o tía. Aun así tu bebé podría protestar, pero es probable que se adapte más fácilmente a tu ausencia si está rodeado de caras bien conocidas.
Opción III
Si necesitas dejar a tu hijo con alguien a quien no conoce, dale la oportunidad de conocer a la persona que lo va a cuidar cuando aún estés ahí (ver abajo para más detalles)
¿Cómo preparar a mi bebé para las separaciones?
Como con cualquier transición, dale a tu bebé la oportunidad de acostumbrarse gradualmente a la idea. Ya sea que lo vayas a dejar en casa con un familiar o con una niñera, prueba las siguientes sugerencias:
Deja que tu bebé se sienta cómodo. Pídele a la niñera que visite a tu bebé y juegue con él varias veces antes de dejarlos solos la primera vez. Cuando de veras vayas a salir por primera vez, pídele a la niñera que llegue 30 minutos antes de que tengas que irte para que ella y el bebé lleven un buen rato jugando antes de que te vayas. Haz lo mismo cuando lo dejes en una guardería o un jardín de niños, o en otro lugar.
Despídete siempre de él. Besa y abraza a tu bebé cuando te vayas y dile a dónde vas y cuándo vas a regresar, pero no prolongues tus despedidas. Resiste el impulso de salir a hurtadillas por la puerta trasera. Tu bebé se sentirá peor si cree que de pronto desapareciste.
Haz la despedida corta. Tu bebé percibe muy bien lo que sientes, así que muestra tu afinidad y entusiasmo por la persona que has escogido para cuidarlo. Y no demuestres nervios ni tristeza si tu bebé empieza a llorar. La persona que lo va a cuidar probablemente te dirá más tarde que tu bebé dejó de llorar pocos minutos después de que cerraras la puerta detrás tuyo.
Una vez que te salgas, vete. Regresar varias veces a tu casa o a la guardería para calmar a tu bebé hará que la despedida sea más difícil para ti, para tu hijo y para la persona que lo va a cuidar.
Haz una prueba primero. Limita la primera noche (o tarde) fuera a no más de una hora. Al irse familiarizando tu bebé y tú con la niñera o el ambiente de la guardería, podrás prolongar tus salidas.
¿Cómo debemos manejar la ansiedad por separación nocturna?
El miedo de tu bebé de estar separado de ti en la noche es muy real para él, así que haz lo más que puedas para mantener el tiempo que pasan juntos antes de la hora de acostarlo lo más cariñoso, tranquilo (y divertido) posible. Además:
- Pasa tiempo adicional acurrucada con tu bebé antes de que se duerma, leyendo, abrazándolo y cantándole bajito.
- Si tu bebé llora por ti después de que lo acuestes, está bien que vayas a verlo, tanto para tranquilizarlo como para asegurarte de que está bien. Pero trata de hacerle visitas “breves y aburridas” y aprenderá a volver a dormirse sin mucha ayuda tuya. A la larga podráquedarse dormido solo.
Fuentes consultadas:
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure