Pese a ser un gigantesco monstruo corporativo con un gran respaldo detrás, hay que reconecerle a Marvel un gran mérito en los últimos años. Primero, por haber logrado crear un universo cinematográfico perfectamente interrelacionado y reconocible en un medio muy diferente al de las viñetas. Y segundo, por tomar cierto riesgo al apostar por personajes poco conocidos para el gran público. Ya lo intentaron con Guardianes de la galaxia (2014), un grupo casi desconocido si lo comparamos con los mundialmente famosos Vengadores, y la jugada les salió redonda, cosechando un gran éxito de crítica y público y volviendo a reventar las taquillas. Ahora vuelven a la carga presentando a Ant-Man (el hombre hormiga), otro héroe poco mediático.
A pesar de los problemas que tuvo en su producción (con el abandono del director Edgar Wright tras muchos años preparando este proyecto) y al bajo presupuesto en comparación con el resto de peliculas del estudio, Ant-Man logra salir triunfadora al retomar el espíritu que tenía la primera Iron Man (2008). Aquí dejamos de lado la epicidad de otras producciones en favor de una historia mucho más pequeña pero no por ello menos divertida, y contamos con una trama bien construida y una galería de personajes mucho más socarrones y, si cabe, extravagantes. Lo mejor está en la presentación y el desenlace, pero es cierto que entre medias encontramos valles profundos en el ritmo de la película. Pese a ello, el tono general es bueno y logra que el espectador no se aburra. Técnicamente la encuentro por debajo de lo que nos tiene acostumbrados la Marvel, y es que en algo ha de notarse el bajón en el presupuesto. Los efectos digitales cumplen, aunque me chirrió mucho ver en el prólogo a un Michael Douglas "rejuvenecido". En cambio, todas las secuencias en las que Ant-Man disminuye su tamaño están bastante bien resueltas, destacando en mi opinión el momento en que ****SPOILER**** el personaje se hace subatómico y accede a ese lugar fuera del espacio y el tiempo ****FIN DE SPOILER****.
En cuanto al elenco actoral, Paul Rudd supone uno de los grandes aciertos del film, sabiendo dotar a su Scott Lang de un acusado sentido del humor que le convierte en un personaje muy cotidiano pero a la vez con mucho carisma. Michael Douglas, al que se le ve muy mayor, cumple el expediente con algunos momentos mejores que otros pero resultando creíble como un veterano Hank Pym. Evangeline Lilly no me acaba de convencer, tiene algo que no me gusta y creo que su personaje se aleja un poco del tono general del resto. El villano, interpretado por Corey Stoll, tiene al principio mucha presencia pero en mi opinión se va desinflando para terminar siendo un tanto caricaturesco. Michael Peña se encarga con éxito del personaje más cómico y me resulta bastante gracioso y refrescante cada vez que aparece. Finalente, el director Peyton Reed ha resultado ser un buen director de estudio y parece haber respetado en buena medida el guión que con tanto esmero había preparado Edgar Wright. Eso le ha venido muy bien, y de hecho la mano de Wright se nota en el tono humorístico del film y en un par de escenas que directamente aplican su particular estilo. Me hubiera gustado ver la versión definitiva que tenía pensada el director inglés, pero me da la sensación de que no hubiera diferido esencialmente de lo que ha llegado hasta nosotros.
En resumen, podemos decir que estamos ante una película de menor perfil que el resto de franquicias Marvel que, sin inventar nada nuevo, no deja de ser un producto igualmente entretenido y divertido. El guión está bastante bien trabajado y la presentación de los personajes me parece más original de lo habitual. Aunque parece que poco a poco la burbuja de los superhéroes en el cine se va desinflando, Ant-Man resulta un buen recordatorio de cómo empezó a forjarse el universo cinematográfico Marvel.
Mi nota: 6,5