La mayoría de las veces las rupturas de pareja vienen acompañadas de conflictos por diversos motivos: los hijos, las propiedades en común, la búsqueda de culpables, etc. etc. El conflicto nace o aparece cuando se empieza a plantear o negociar todas aquellas condiciones que deben quedar fijadas ante la nueva situación de la pareja. Cada parte desea unas condiciones que la otra no acepta, bien sea en su totalidad o en parte.
Según datos del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) del año 2011, el 68,8 % de los divorcios fueron consensuados, el 48,3 % fueron no concesuados y el 4,8 % fueron de mutuo acuerdo. Estos datos nos da una idea de lo conflictivo que pueden suponer las separaciones o divorcios. A continuación te voy a dar unas instrucciones, que si las sigues te aseguro que vas a llevar a mejor puerto la resolución de ese conflicto y vas a conseguir mejores resultados para las dos partes.
1.- Debes evitar por todos los medios llevar el conflicto a los juzgados. Para ello tienes que agotar todas las vías de negociación e intento de llegar a acuerdos.
2.- Si la ruptura es reciente sería conveniente que dejaran pasar un tiempo sin hablar o tratar aquellos temas que puedan suponer conflictos. Mejor esperar a que se pasen esos sentimientos fuertes de rabia o ira que puedan tener.
3.- Llegado el momento de negociar o tratar esos temas, se debe intentar ser honestos y pretender los más justo para las dos partes. No debemos aumentar el enfrentamiento con pretensiones abusivas que sabemos que la otra parte no va a aceptar, sino que al contrario: lo que conseguirías es provocar el rechazo y enfado.
4.- Puedes empezar los encuentros para tratar esos temas a solas entre ustedes dos, pero SIEMPRE manteniendo al márgen a amigos o familiares.
5.- En caso de que no haya entendimiento de esa forma sería conveniente no seguir discutiendo sobre lo mismo, dado que no se va a conseguir avanzar en buena dirección. Deben buscar a un mediador profesional que asesore los asesore de forma imparcial.
6.- Si, con el mediador común tampoco hay buena salida a las negociaciones, debería cada uno procurarse un asesoramiento individual por separado y que sean los profesionales los que traten entre ellos los temas en litigio o en conflicto.
Lo que si es recomendable es intentar que, bien con apoyo o asesoramiento de profesionales o sin ellos, se trate de evitar que las disputas se lleven a los juzgados. No sólo por el coste económico, sino por el desgaste emocional que supone verte en litigios judiciales con aquella persona que hasta hace un tiempo era tu pareja, tu mejor compañera y con la que posiblemente compartes hijos.