Revista Opinión

Ante todo, ética

Publicado el 20 enero 2012 por Elrenidero @davidpravia

Ante todo, ética

art 8. Los militantes y/o cargos públicos de IU imputados por un juez o magistrado, procesados o condenados por delitos relacionados con la corrupción, prevaricación con fines de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos público o privados, malversación y apropiación de caudales públilcos, cohecho, racismo, xenofobia, homofobia o violencia de género, cesarán de forma inmediata de sus cargos públicos así como de los órganos de dirección de IU a nivel estatal, autonómico o local si los tuvieren. También serán apartados de forma cautelar de la militancia hasta que cese la imputación, el procesamiento o exista sentencia absolutoria.

La coherencia es la menor distancia posible entre lo que uno dice y hace. Como creo que una de las banderas que deben primar en el seno de la izquierda es precisamente la de la coherencia, hay noticias que de mano no deberían darse y que, si por desgracia se dan, debemos actuar conforme a nuestra ética y a la propia coherencia que tanto reclamamos al resto.

Izquierda Unida tiene desde 2006 un código ético al que deben atenerse todos sus cargos tanto a nivel federal, como autonómico o local. Un código que recoge un compromiso ciudadano, de transparencia y coherencia que debe ser una prueba de confianza que nos diferencie de otras organizaciones que acogen en su seno prácticas poco éticas.

Mientras un cargo de IU es imputado por un presunto delito, es la organización también responsable de dicha imputación mientras se le mantenga en sus cargos. Le pese a quien le pese, una acusación de acoso sexual es una acusación de violencia de género, una lacra contra la que desde nuestra coalición y desde la izquierda combatimos con todas nuestras fuerzas. No hay medias tintas, tenemos un código que regula estas (y otras) actuaciones poco éticas y hay que respetarlo.

Como militante reivindico la preeminencia de la ética y la coherencia cívica como algo irrenunciable y por ello considero imprescindible y urgente que se suspenda inmediatamente de sus cargos a este compañero mientras permanezca imputado. Si se demuestra inocente, se le devolverá a su cargo y quedará su nombre y el de la organización más limpios aún si cabe. Mientras se siga manteniendo en su puesto, tanto su nombre, como el de la organización a la que representa, quedará en tela de juicio.


Ante todo, ética

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